La tasa de desempleo de junio llegó a 5,1%, por debajo del 6,3% registrado en mayo de este mismo año. No obstante, lo que parece una mejora no se refleja así si se observa los niveles con los que se empezó el 2021 (en enero fue de 5,3%). A mitad de año, la precariedad laboral se manifiesta en mayor subempleo y una disminución del ingreso laboral promedio. 

Tras la pandemia, las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) empezaron a publicarse desde este año de forma mensual. Debido a un cambio de metodología, según ha explicado el ente, estas no son comparables con las del año pasado (en el 2020 la encuesta solo fue telefónica). Sin embargo, la evolución que han tenido las cifras durante este primer semestre permite ver que la situación laboral sigue siendo un problema por resolver por el actual Gobierno, tras dos meses de haber llegado al poder.

De acuerdo con las cifras, la tasa de desempleo del 5,1%  equivale a que en el país hasta junio 426.875 personas estaban sin trabajo, eso es 18.000 menos si las compara con enero. Pero mientras esa tasa baja levemente, la de subempleo que en enero estaba en 22,5% en junio cerró en 23 %, lo que hizo que en el país 36.939 personas más caigan en el subempleo. En el caso las personas con un trabajo pleno o adecuado, estas alcanzaron 2'604.263; es decir, 66.767 menos. 

Las dificultades del mercado no solo está en lo difícil que hoy en día es hallar un trabajo  con todas las garantías, sino en la posibilidad  de tener que acoplarse a un menor salario. Según el INEC, en seis meses, el sueldo promedio que recibe una persona en el país cayó de $ 404,1 a $ 290; es decir, $ 114 menos. 

Si se compara ese sueldo según el sexo, se tiene que el de los hombres tendió a caer a mayor ritmo. En enero ellos percibían $ 423, pero a junio eso bajó a $ 304; es decir, $ 118 menos. Hasta el sexto mes del año, en cambio, la paga para ellas fue de $ 265, $ 106 menos.