De enero a junio de este año,  558 compañías del país entraron a un estado de cancelación final y otras, 118, se sometieron a un proceso disolución y liquidación, tras presentar inconvenientes en sus operaciones. De este total (676), el 44,6% está en Pichincha. 

Así lo dio a conocer la Superintendencia de Compañías, a través de un informe que fue elaborado en base a data relacionada al ejercicio económico que las empresas, por ley, deben enviar a la entidad cada primer cuatrimestre  del año. Por ello, aclara la institución, los datos si bien reflejan la situación del mercado corporativo, no llegan a desvelar los efectos económicos definitivos que dejó la pandemia.

Esto, menciona, recién se conocerá en abril del próximo año. Es en esa fecha "en la que se podrá evaluar y determinar que compañías finalmente terminaron adoptando la causal de pérdidas económicas" para iniciar su cierre. 

Si no se toman en cuenta lo atípico que ha resultado ser este 2020, las cifras  llegan a ser inferiores si se las compara con el 2019. Según la Superintendencia, el año pasado, en igual periodo de estudio, 937 firmas llegaron a concretar su cancelación, luego de un proceso de disolución y liquidación que acá en el país puede tardar años. 

En este año, según la Superintendencia, el comercio es el sector donde mayor número de negocios (170) han tenido que cancelarse, disolverse o liquidarse. En la lista le sigue el mercado de actividades inmobiliarias (86),  el de actividades profesionales científicas (72) e industrias manufactureras (69).  

Las demás empresas se reparten entre otros 14 sectores entre los que destacan agricultura, explotación de minas y canteras,  construcción, transporte y alojamiento, alojamiento y servicio de comidas, información, actividades financieras y de seguros, entre otras. 

De acuerdo con el reporte oficial, de las 676 empresas que hoy están en un estado de cancelación, disolución y liquidación, 302 están en la provincia del Pichincha; 213 en  Guayas y 44 en Manabí.