En Ecuador se presentaron dos nuevos casos de influenza aviar. Uno de ellos fue registrado en Bolívar, el otro se dio en Cotopaxi, donde hace dos meses se detectó el el primer brote y donde se creía era la única provincia contaminada.

“En Cotopaxi, el brote se da en el cantón Latacunga, en la parroquia Poaló, en una granja de postura. El otro brote es en la provincia de Bolívar, en el cantón Guaranda, en un traspatio”, detalló ayer Patricio Almeida, director de La Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad).

“En el primer caso hubo un aproximado de 350.000 aves, en el segundo y tercer caso fueron 17.000. El nuevo brote puede ser mayor a 500.000 aves. Pero estas cifras todavía no son las oficiales”, precisó Almeida.

Eso significa que hasta la fecha son cerca de 900.000 aves que se han enfermado de gripe aviar. En los primeros casos, que fueron de unos 367.0000; un 90 % murió por la enfermedad, un 10 % fue sacrificada, puntualizó.

Al momento, ni las autoridades ni los productores dan la cifra de cuánto es la pérdida económica para el sector. Diario EXPRESO solicitó la opinión a la Corporación Nacional de Avicultores de Ecuador (Conave), pero su coordinador técnico, Juan Francisco Jaramillo, se limitó a decir que “la fuente oficial en este tema es el Gobierno”.

El ministro de Agricultura, Bernardo Manzano, señaló ayer, que hasta la fecha, la población afectada representa entre 0,15 y 0,20 por ciento del total de la producción de aves al año; esto con el afán de demostrar que la oferta de proteína en el país sigue garantizada.

Aunque ni las autoridades ni los productores transparenten las pérdidas económicas, el número de aves enfermas podrían dar una referencia de ese impacto. En una finca la libra de pollo en pie cuesta 0,70 dólares y en el mercado, como en el de Sauces IX, cuesta 1,30 de dólares. ¿El Gobierno ayudará a los productores afectados?

Ante esta pregunta, el ministro prefirió destacar las mesas de trabajo que hay y las reuniones que tiene con los bancos con este fin, pero sin indicar el monto que habría disponible para la ayuda, y si es un financiamiento, tampoco explicó cuál será la tasa de interés, ni a cuántos años podrán pagar.

La autoridad en todo momento destacó que se mantiene la vigilancia en las granjas y ello ha permitido evitar que se extienda con rapidez la enfermedad, que ha sido transmitida por las aves migratorias. También justificó la situación con que la enfermedad afecta a Asia, África, Europa, América, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

Sin embargo, el último caso hallado en Bolívar enciende una alerta. La infección se halló en un traspatio, donde murieron 20 aves. Se contagiaron por estar cerca de un humedal de aves migratorias, que son las que traen la enfermedad. Las autoridades se percataron de este brote por la muerte atípica que hubo.

En tal caso, cada granja se debe proteger; Almeida instó a los productores a que pongan redes en sus granjas para evitar que las aves migratorias enfermas lleguen hasta allí y contagien a los pollos.

Para los veterinarios, esta es la medida más eficaz que hay, además del cerco sanitario y la desinfección de todo lo que ingrese a las fincas. “Pero comprar redes no es un gasto que puedan solventar los pequeños productores. La red tiene diferentes costos, dependiendo la marca y el material; el metro de nailon cuesta unos 4 dólares, tuve que comprar una de 12 metros y se pagaron 48 dólares. El detalle es que se requiere instalar un red por cada galpón”, explicó a Diario EXPRESO el veterinario Víctor Chávez.

Aunque las autoridades dicen que tienen 850 técnicos desplegados a nivel nacional, para Chávez faltan más expertos para dar asesoría, en especial a los pequeños productores. De parte de OMSA se ha explicado que se tiende a creer que la influenza aviar de alta patogenicidad es estacional, con brotes que comienzan con manifestaciones leves en septiembre, crecen en octubre y registran un pico en el mes de febrero; por lo tanto la vigilancia se incrementa y se pide que todas las granjas enciendan sus alertas para protegerse. En el país se mantiene la emergencia zoosanitaria declarada el pasado 29 de noviembre de 2022.