Los importadores denuncian que trabas en los procesos de aforo, están generando demoras en la desaduanización de las mercancías. Esto a pesar de que el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) sostiene que han reducido sus tiempos en lo que va del año.

Erika Antón, asesora empresarial en Comercio Exterior y Aduanas, señala que un poco más del 80 % de los trámites de importación tienen canales de aforo automático. No obstante, entre el 17 y el 18 % se someten al aforo documental y físico, dependiendo de la procedencia de la carga, de su tipo, del historial de incidencias, entre otros factores. Sin embargo, muchos de los importadores que han gozado del canal de aforo automático, por sus buenos perfiles, en los últimos meses han detectado que la Senae les ha asignado más aforos físicos y documentales (esto, en algunos casos, ha durado hasta un mes y luego han vuelto al canal automático), indica la experta.

Pero los cierres de estos trámites “comenzaron a demorarse hasta dos semanas”, en julio y agosto, manifiesta Antón.

A pesar de ello, Ralph Suástegui, director de la Senae, sostiene que en “todo lo que tiene que ver con procesos de aforo físico, los puertos de Guayaquil han reducido sus tiempos en lo que va del año. De hecho, tenemos los tiempos más bajos del año”. Según el funcionario, han pasado de 149 a 109 horas.

Pero para Jazael Gutiérrez, asesor comercial de importación de la empresa Fastcor Logistics, los procesos de desaduanización están tardando más de lo normal, debido a que “tenemos conocimiento de que hay pocos funcionarios de Aduana y están sobrecargados de trabajo”, tanto en el puerto como en el aeropuerto de Guayaquil. Lo que causa que los costos de importación y por bodegaje se incrementen, precisa.

Suástegui reconoce que “sigue habiendo demora”, porque necesitan más personal técnico, pues durante la Presidencia de Lenín Moreno muchos fueron despedidos. “En vez de hacer una reducción inteligente y empezar a suprimir a los jerárquicos superiores, aquí lo que se hizo fue suprimir los puestos más bajos, a los técnicos operadores, creando un problema”. Ahora están a la espera de que el Ministerio de Economía y Finanzas autorice la creación de partidas.

Por ello, ante esta situación, el director de la Senae decidió mover entre el 10 y el 20 % de los aforadores del aeropuerto al puerto, hace aproximadamente un mes y medio, porque “lo que puede hacer un aforador físico en un mes, controlando carga suelta de courier en el aeropuerto, es lo que hace un aforador físico en el puerto”.

Pero Antón comenta que en el distrito aéreo de Guayaquil solo hay un aforador documental y un aforador físico, lo que a su criterio “para el volumen de trámites, puede llegar a ser insuficiente”, más aún considerando que están por llegar las mercaderías de la temporada navideña.

Para la experta, estas rotaciones han generado retrasos en los procesos, ya que dependen de que ellos se adapten a sus nuevos puestos.

A esto se suma que el mismo técnico que hace aforo documental hace el físico, asegura Gutiérrez. Aunque Suástegui sostiene que no, que “cada aforador está especializado” y lo único que la entidad ha hecho por “sanidad y salubridad es la rotación, es decir, un aforador que antes hacía aforo físico ahora hace documental y viceversa”.

Gutiérrez insiste en que al cancelar una liquidación de aduana, el sistema le indica el canal de aforo. Y explica que si paga en la mañana el aforo físico, le envían al correo el nombre del funcionario que tiene asignado el trámite. Luego, en la tarde, al cancelar el aforo documental le notifican también el nombre de la persona que está a cargo. “Muchas veces coincide el mismo funcionario”.

Esto porque no hay personal para que haga estos trabajos, expresa Erika Vásconez, experta en comercio exterior, “lo cual perjudica a todos los importadores, así también a los consolidadores de cargas, ya que hay importadores que traen sus cargas a través de estos”.