Nada es como antes, ni para ir de compras a un mall. Si pensó que visitar un centro comercial implica la misma rutina de entretenimiento y relajación, sepa que entrar a uno de ellos es adaptarse a normas estrictas que van desde usar mascarillas hasta obedecer las reglas de aforo en cada una de sus tiendas. 

“Máximo dos personas” o 30, es lo que exponen los letreros al pie de cada local que advierten la capacidad para acoger al público que arriba simultáneamente. Se han vuelto comunes en El Dorado (Daule) o Village Plaza (Samborondón), centros comerciales que son parte de los dos primeros cantones que, con un cambio de semáforo a amarillo, retomaron su actividad. La regla aplicará también en los otros templos comerciales de Guayaquil que, bajo la misma modalidad, desde mañana 20 de mayo, abren sus puertas, como parte de un proceso que avanza hacia una ‘nueva normalidad’ en época de coronavirus.

Si bien un cambio de semáforo significa la flexibilización de movilidad, equivale también reforzar ciertos controles en los centros comerciales que, normalmente, a diario tendían a recibir a miles de personas.

En Guayaquil, la inspección iniciará desde el ingreso a cada mall y para ello establecimientos como CityMall se ayudarán con nuevas tecnologías que les permitirá hacer un conteo de la gente que entra y sale del centro comercial de forma permanente. “Estamos empleando un sistema que se actualiza a cada momento para poder mantener el aforo al que estamos autorizados y que hoy arranca con el 30 % de la capacidad que tenemos”, dice Patricia Herrera, gerenta de Marketing de CityMall. Un control parecido se implementará en otros lugares como Mall del Sur.

Autorizado el paso,  alfombras sanitizantes desinfectarán el calzado de los visitantes que ingresen por cualquiera de los ingresos habilitados, y personal de salud tomará el control de temperatura. Adentro cada persona será la responsable de guardar los dos metros de distancia reglamentados.

Para ello, hay espacios que se han tenido que readecuar, dice Sofía Naranjo, gerente comercial y de Marketing de Mall del Sol, el más grande la ciudad. Los pisos se han marcado, los ascensores se han limitado a un 50 % de la capacidad y subir las escaleras implicará una separación de hasta 3 escalones. En lugares más recurridos, como el patio de comidas, cada mesa lleva instalada en medio una pared de acrílico que separa a cada comensal y que ayudará a evitar la posibilidad de contagio.

Para hacer que se respeten las nuevas reglas, emplear señalización y ejecutar campañas de capacitación también es clave.

• LOS CAMBIOS QUE SE DEBEN ACATAR

El aforo. Los controles inician en cada ingreso. Con sistemas de conteo se cuidará que cada mall no sobrepase el 30 % de su capacidad.

Desinfección. Los malls han optado por desinfectar áreas y superficies de forma frecuente, como botones de ascensores, barandas y pasamanos.

Campañas. Con señalización y videos se capacita a la ciudadanía.