El 2019 fue tan bueno para las exportadoras de camarón que las seis principales empresas lograron ingresos totales por 2.389 millones de dólares, es decir, 406 millones en relación a un año antes.

Santa Priscila, Omarsa, Songa, Expalsa, Promarisco y Empagran tienen un colchón para aguantar la crisis por la pandemia, ya que además lograron utilidades totales por 53 millones de dólares, $ 27 millones de ellos fueron de la más grande, Santa Priscila (una de las compañías más prestigiosas del mundo).

Pero este 2020 la situación no pinta bien para los productores pequeños y medianos, ya que la libra de camarón parece bajar el ascensor. La libra de camarón de 18 gramos que estaba hace dos semanas en 1,70 dólares, cayó a $ 1,40 y $ 1,35, dependiendo de la empacadora que la compre.

Segundo Calderón, presidente de la Cámara de Productores de Camarón de El Oro, sostiene que el peso de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 lo han tenido que afrontar los acuicultores, en especial los pequeños, ya que al bajo precio se suma la mala calificación que le hacen a los crustáceos en muchas empacadoras. “Dicen que tiene mala calidad, mal sabor, cuando nosotros sabemos que no es así”.

Sin embargo, hay medidas ingeniosas y técnicas para afrontar una reducción de precios, una de ellas, hacer semilleros para adaptar las larvas antes de ponerlas en las piscinas, bajando así densidades a 80.000 o 100.000 por hectárea.

Es decir, se las deja crecer por 28 o 30 días en precriaderos antes de llevarlas a las piscinas, con lo cual se permite una mayor rotación, que implica pasar de tres a cuatro corridas (cosechas) al año, ya que cada corrida durará entre 10 y 12 semanas hasta obtener un camarón de 18 gramos.

Calderón cree que el Gobierno debe ayudar a los acuicultores con créditos en mejores condiciones y que en cada caja de camarón que se exporte se ponga el símbolo de “camarón ecuatoriano”; y que se prohíba exportar en cajas blancas, sin marca.

“Si se nos exige trazabilidad a los productores, que no usemos antibióticos ni larvas silvestres, debe también mantener la trazabilidad en el empaque, para evitar que el producto nuestro sea llevado a China y Vietnam, desde donde se lo reexporta con valor agregado”, sostiene el dirigente.

“Hay un problema grande que debe ser solucionado entre todos, porque hoy hemos mantenido el empleo sin tener ayuda de nadie”.

El problema mayor lo están teniendo quienes comenzaron a alquilar camaroneras pagando 2.000 y 3.000 dólares, ellos están desapareciendo porque el precio no les da para pagar un arriendo.

CRECEN LAS BANANERAS. Las dos compañías exportadoras más importantes del país, Dole y Reybanpac, facturaron en el 2019 397,3 y 248,4 millones de dólares, según el reporte de la Superintendencia de Compañías.

Eso significa aumentos de $ 43 y $ 52 millones, respectivamente. Noboa Trading (Grupo Noboa) logró ingresos totales por 113,3 millones.