En mayo de este año, las ventas del sector privado sumaron $ 16.472 millones, es decir que hubo un decrecimiento del 4 % respecto al mismo mes del año pasado, según el reciente Reporte de Ventas y Proyecciones de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).

Si se observan las cifras acumuladas, la facturación de enero a mayo alcanzó los 78.405 millones, y aunque el dato aún arroje un crecimiento (3,8 %), las estadísticas mensuales demuestran que el ritmo de la demanda de los hogares ya no viene siendo el mismo. En abril, ese retroceso comparado con igual mes del 2022 fue del 2,4 %.

El análisis de la Dirección Técnica de la CIP prevé para junio, julio y agosto resultados variables de -2,6 %, -3,6 % y -2,4 % respectivamente, debidos a una mayor prudencia de los hogares a la hora de consumir.

Las proyecciones por sector indican que el nivel de ventas en agricultura se mantendrá en junio, pero bajará en julio (-7,5 %) y agosto (-5 %). En el caso de la manufactura, está previsto que las cifras del sexto mes del año, próximas a salir, reflejen un incremento de un 11 %, pero que caigan en julio y agosto (-1,6 % y -2,5 %).

Otra de las razones es la época vacacional de la región Sierra, en la que si bien se reactiva el sector del turismo y el ocio, también decrecen exponencialmente las ventas de productos que ofrecen las microempresas y pequeños negocios. Ante este escenario de menor dinámica,  expertos dan recomendaciones que podrían amortiguar el efecto.

“Esta temporada debe servir para planificar acciones que ayuden a frenar la baja, y aprovechar el tiempo de menor trabajo para organizar campañas a corto plazo”, recomienda Esteban Correa, subgerente comercial de Andalucía, cooperativa de ahorro y crédito que da microcréditos a unos 10.000 negocios, que también se ven afectados por esta época.

Correa recuerda que para enfrentar estas temporadas bajas es importante reservar un capital, para no quedarse sin liquidez ante la llegada épocas de menores ingresos. Enfatiza además en las rebajas como estrategia para vender los productos que tienen algún tiempo sin ser comprados. “Es mejor vender mucho a buenos precios, que vender poco a precios altos. Es posible acompañar las estrategias de venta con facilidades de pago, financiación sin intereses, meses de gracia, etc.”, indica.

Recomienda también reformular el negocio con beneficios a los consumidores, como ofrecer descuento en la segunda compra, entregar un regalo relacionado a la época u ofrecer servicios adicionales a los clientes, por ejemplo un descuento en un destino turístico o el sorteo de algún premio por las compras en estos meses. La idea, remarca, es añadir algo nuevo al negocio que lo diferencie de la competencia. No solo se trata de diferenciar los productos, sino de ofrecer un valor agregado.

En cuanto a la innovación, lo mejor es adaptarse a los tiempos. Si la gente hoy en día busca ahorros, pues la vía es crear alternativas para que accedan a mejores precios. José Aulestia, experto en marketing y profesor del IDE Business School, plantea que otra opción es generar consumo en otros tipos de productos. “Si vende cuadernos, en esta época de vacaciones venda productos de sol, o de recreación, o de deporte, por ejemplo”.

Si bien Aulestia    hace énfasis en la prevención y el ahorro, indica que hay que tener cuidado con las promociones, “porque una promoción a la larga es un descuento del precio del producto y simplemente pueda que la gente no tenga interés de comprar ese producto en esta época. Las promociones con descuento se usan bien para salir de inventarios guardados que se vuelven un costo”.

Además de que las promociones pueden enviar mensajes negativos, como que no se ofrecen productos de buena calidad.

• OTROS DATOS 

Aportes. Entre las actividades con mayor alza en ventas están hogares como empleadores (228,2 %), entretenimiento (48 %) y alojamiento (39 %).

Provincias. El 86,1 % se concentró en Guayas, Pichincha, Manabí, Azuay y El Oro. La construcción está entre los sectores más dinámicos.