Un mercado laboral débil, una actividad económica estancada e incertidumbres sobre el futuro económico del país es lo que vislumbra la banca de inversión Citi para el 2020 en Ecuador.

Un informe publicado recientemente, tras una visita de una comitiva de esta institución, recoge las principales dificultades que afronta el país para reducir la brecha fiscal y aumentar sus reservas, logrando así cumplir con las condiciones para conseguir los desembolsos del Fondo Monetario Internacional, que en 2019 aprobó un préstamo de $ 4.200 millones para Ecuador.

Titulado ‘Ecuador: la incertidumbre es el nombre del juego’, el documento indica que el estancamiento económico ha mermado el mercado laboral y que, en los requisitos para reducir la brecha fiscal, se ha avanzado poco. “Es claro que, al no cumplir con los acuerdos, una renegociación con el FMI es inminente y que la aprobación de estas modificaciones normativas dependerá de la situación política, que es incierta y variable”, establece este.

Pese a ello, la entidad menciona que, los réditos de las reformas tributarias, aprobada por la Asamblea Nacional a fines del año pasado, se percibirán en el segundo trimestre del año y esto, junto a la monetización de activos, podría aumentar considerablemente el índice de reservas del país, aunque no contribuirán con la reducción de la brecha fiscal.

“El única venta de activos que el FMI ha contemplado para 2020 es la de la Central Hidroeléctrica Sopladora, que deberá generar entre $ 700 u $ 800 millones para el estado. Aun así, las autoridades nos han confirmado que también se está negociando la venta de el Banco del Pacífico y la Refinería de Esmeraldas”, establece el informe.

El grupo de investigación dedicó parte de su revista al país para acudir la Asamblea Nacional, donde se reunió con los principales grupos políticos. De estos encuentros arrojaron dos conclusiones: que no se puede establecer una tendencia para las elecciones de 2021, y que, pese a ello, hay altas probabilidades de que el legislativo apruebe las reformas monetaria y financiera presentadas el año pasado, porque “los cambios son abstractos para la población, y su aprobación no generará costos políticos para los asambleístas”.

Aun así, Citi estableció que las autoridades nacionales “están yendo en la dirección correcta” y esperan que, este año, la situación económica permanezca “fluida”.