Tras el anuncio inicial del Gobierno de eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) del 5 %    a las transacciones externas por la venta de pasajes aéreos, la industria aeronáutica está a la espera de conocer los detalles de cómo se concretará esta medida. La expectativa es que esta se canalice vía Decreto Ejecutivo y que su reducción se haga en un solo tramo. 

Desde la Asociación De Representantes de Líneas Aéreas del Ecuador (Arlae) hay satisfacción por la medida que durante mucho tiempo se había venido conversando con este y otros gobiernos. Eliminarla, dice Marco Subía, su presidente, significa que el sector dejará de pagar $ 14 millones al año solo por este tributo que grava en gran medida sus costos de operación. “Por cada $ 100 que se vende en boletos, solo $ 5 se deja acá para el pago de gastos locales (sueldos, combustible, pago a aeropuertos, etc.), los $ 95 restantes deben enviar a sus casas matrices justamente para pagar otros costos (leasing de aviones, mantenimiento, pago a pilotos, seguros, etc.) y sobre esto último se ha estado pagando el 5 %”, explica el dirigente. 

Esta decisión permitiría que la industria gane competitividad y haría que, en el mediano plazo, esto se vea reflejado en un mejor costo de los pasajes aéreos. Eliminar el ISD, admite Subía, no tendrá un beneficio inmediato para los viajeros, pero sí trazará una ruta para lograr aquello.

Acabar con este impuesto, explica el representante de las aerolíneas, destrabará el acuerdo de cielos abiertos que el Ecuador negocia con Estados Unidos, otro incentivo que también espera este mercado. Aquel convenio permitiría ampliar el número de frecuencias semanales (actualmente tiene un límite de 120 por país) y los permisos de volar entre más ciudades, lo que motivaría que más empresas aéreas quieran arribar al país, generando una suerte de mayor oferta que mejorará las tarifas. Iguales convenios se firmarían con otros países como Panamá, Chile o Catar.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha calculado que con estos dos estímulos (eliminación del ISD y la política de cielos abiertos), la industria podría mejorar su dinámica e inyectar $ 400 millones anuales en la economía nacional. Adicional a ello, se calcula, se generarían más de 70.000 nuevos empleos.

El primer paso de eliminar el ISD fue aplaudido por firmas como Avianca. David Alemán, director de la empresa para Centro y Sudamérica, sostuvo que esta medida es el resultado de la profunda coordinación entre el gremio aeronáutico, las aerolíneas y las autoridades; actores que, dijo, conocen el potencial que tiene el turismo para el desarrollo de una nación y que tienen “como principal interés el impulsar  la conectividad desde y hacia Ecuador”.