La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) hizo público este 24 de noviembre de 2020 el reglamento que regirá en adelante para la operación de aeronaves piloteadas a distancia, es decir para los drones.

Las personas que quieran hacer volar una de esta naves deben obtener una licencia de la Autoridad de Aviación Civil (AAC) previa entrega de un formulario y cumplir con requisitos como: ser mayor de edad, haber culminado la enseñanza media y haber aprobado el curso teórico- práctico para drones, entre otros.

Según el reglamento, los únicos aparatos que están autorizados para operar son aquellos que están entre los 0,25 y 150 kilogramos de peso. El reglamento establece que los drones no podrán ser operados cerca de aeródromos, zonas de seguridad del Estado, helipuertos, zonas intangibles, entre otras.

La distancia mínima en la que podrán operar con relación a estos espacios aéreos controlados es de 9 kilómetros. La altura máxima de vuelo, según el documento es de 400 pies (122 metros) en todos los casos.

Además, los propietarios u operadores de los drones tendrán que contratar un seguro para terceros por un valor de $ 3.000; $ 6.000; y $ 12.000 dependiendo del tamaño de la nave y los daños que podría provocar en personas, fauna y otros bienes en caso de un accidente.

Los drones podrán ser registrados para actividades recreativas o servicios de trabajos aéreos. En todos los casos las horas permitidas para la operación estarán entre “la salida y puesta del sol”, señala el reglamento sin especificar un horario, siempre y cuando las condiciones climáticas sean las adecuadas.

¿Qué pasa si una aeronave de este tipo se accidenta o extravía? El propietario u operador tendrá 48 horas para comunicar de esta situación a la autoridad reguladora, que iniciará una investigación. También, la AAC podrá disponer la inspección de los drones en cualquier momento.