Mónica Chango ha tenido que cambiarse de casa como en tres ocasiones en menos de dos años. Lo ha hecho en contra de su voluntad, por las amenazas que recibía por parte de familiares de traficantes de personas.

Ella ha sido la única que se atrevió a denunciar, en el 2020, a parte de la red de traficantes. Lo hizo porque con ellos partió su marido, Carlos López, de 35 años, en busca del ‘sueño americano’ y desde abril de 2020 no supo más de él.

Desapareció en Juárez, frontera de México con Estados Unidos. Pese a las amenazas, denunció y colaboró con Fiscalía para las investigaciones. A los traficantes les entregó 4 mil dólares de los 15 mil que le pedían por el viaje.

El fiscal Jorge Basantes, de la Unidad de Delincuencia Organizada de Tungurahua, informó que el 27 de octubre del 2020 se hicieron allanamientos y se capturó a cuatro personas por la Red de Tráfico de Personas. Lamentó que pocas personas se atreven a denunciar, pese al gran número de migrantes y desaparecidos.

Por el caso de Carlos están dos personas sentenciadas, una fue el 21 de enero y el otro, alias el Volqueta, recibió la sentencia el miércoles 28 de diciembre de 2022. Los dos por ocho años de prisión y deberán pagar 20 mil dólares de reparación a la víctima.

Mónica aseguró no tener rastro de su marido. Espera algún rato conocer qué pasó. Ahora está focalizada a seguir trabajando fuerte porque es el sustento de su único hijo, quien ahora tiene 10 años. Al menos ocho tungurahuenses se encuentran como desaparecidos en las fronteras, de acuerdo a 1800 Migrante. “Aunque pueden ser más”, mencionan los representantes de la entidad.