Una tragedia inesperada llegó a la familia Gallo, en el recinto San José de Los Esteros, entre los límites del cantón La Maná y Pujilí de la provincia de Cotopaxi.

Los hermanos Mirian y Néstor Gallo tratan de entender cómo sus hijos, que son primos, murieron juntos por el paso de un cartuchazo, que destrozó sus cabezas.

La comunidad donde habitan están consternados por la violenta muerte de los niños, aparentemente como consecuencia de una travesura.

Luis Gallo, tío de los menores, relató que su hermana Mirian salió a lavar una ropa donde un vecino, ya que de esa manera se ayuda para sacar adelante a sus vástagos.

Su hija Anita la acompañó, igual que dos sobrinos, quienes jugaban incansablemente en el trayecto y se bromeaban con travesuras infantiles como lo hacían siempre, dijo el tío.

Cerca de las 17:00 del viernes, la mujer estaba en plena faena de trabajo mientras los infantes en la vivienda donde realizaba la labor, sin imaginar que la tragedia estaría por llegar en ese lugar.

De repente, la detonación de un arma de fuego llamó con fuerza no solo la atención de la mujer sino del vecindario.

Uno de sus sobrinos, hermano de Adrián, había quedado paralizado. En sus manos tenía una cartuchera.

Mirian se tomó la cabeza y, en medio de la impresión, atinó a preguntarle qué había pasado. La joven madre describió que un frío corrió por todo su cuerpo y empezó a temblar.

Al entrar en la vivienda se encontró con una escena macabra que la ‘congeló’. Su hija y sobrino estaban tendidos en lo que parecía la sala de la vivienda, bañados en un charco de sangre. “¡Dios mío!, ayúdame por favor”, imploró la mujer, en un intento por hacer reaccionar a los niños. Pero los dos menores ya no respiraban.

Mientras trataba de levantar a los niños, el otro sobrino le confesaba que estaban jugando entre los tres cuando encontraron el arma (al parecer una cartuchera) y que al agarrarla se salió el disparo. El menor estaba en shock, sabía que le había disparado accidentalmente a su hermano y prima.

La noticia se regó como pólvora en la comuna y decenas de habitantes salieron a ver qué era lo que pasaba. Algunos trataron de pedir socorro, pero la poca señal de telefonía celular les impidió contactarse de inmediato con los organismos de auxilio. Para llegar hasta la carretera principal son veinte minutos en un camino de segundo orden.

Cuando llegaron las unidades de ayuda, los menores estaban sin signos vitales. Al parecer, un cartuchazo mató a los dos primos. En horas de la noche, agentes de la Dinased y Dinapen llegaron hasta el lugar de los hechos, para recabar indicios y tomar la versión del menor que resultó ileso y así iniciar la investigación.

El fiscal Bethoven Nogales, del cantón La Maná, indicó que el menor es inimputable, por lo que se tenía que realizar el respectivo seguimiento y entregarlo a los padres. Luego de un extenso peritaje, los cuerpos fueron trasladados hasta el centro forense de Quevedo, en horas de la madrugada de ayer, para la práctica de la autopsia.

En la comuna, los familiares alistaban carpas improvisadas de plástico que amarraban junto a la casa de madera donde habita Mirian Gallo. En el sitio velaría a su hija junto con su primito. Los deudos aseguran que no realizarán ninguna acción legal en contra del dueño del arma. Son conscientes de que fue una travesura de los menores y que solo esperan superar esta gran pérdida.

EL DETALLE

Unidos. Familiares de los menores resaltaron que eran muy amigueros. El cartuchazo destrozó el lado izquierdo de la cabeza al niño. A la niña, el derecho.