Ordenar las finanzas públicas, dar muestras de transparencia y generar un verdadero y amplio pacto social y político: esas serían las claves que necesita aplicar el país para intentar superar, en 2021, la crisis que atraviesa desde hace más de una década y que se ahondó con la pandemia de la COVID-19.

El desafío arranca con desventaja. En algo más de un mes será la primera vuelta de las elecciones generales y el preámbulo que ha rodeado el proceso ha estado marcado por las decisiones polémicas del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la pugna con otras instancias como el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y la propia Contraloría General.

Para el académico y analista político Arturo Moscoso ese debería ser el primer factor a resolver, en el corto plazo, para recuperar en algo la imagen y credibilidad institucional que ha perdido el país por el conflicto de la Función Electoral, en torno a determinados actores políticos.

“Si no podemos dar certezas de que hay seguridad jurídica en algo tan esencial como la organización de un proceso electoral, difícilmente podremos avanzar en lo demás. Uno de los desafíos en este momento es precisamente componer lo que se pueda con respecto a los comicios. Se ha perdido mucho en tan poco tiempo”, dijo Moscoso a EXPRESO.

De ahí en adelante, vendrá el ordenamiento de las finanzas públicas, que sería el punto de partida para reordenar el sistema sanitario, la generación de empleo, el reforzamiento del sistema de salud y educación que han sido los más golpeados por casi el año de paralización que deja el coronavirus.

¿Cómo lograrlo? La politóloga Natalia Sierra considera que la única forma es teniendo un gran acuerdo político y social en el que se prioricen los intereses del país sobre las diferencias existentes entre las diferentes corrientes ideológicas, sin renunciar a sus posturas.

“Hay pocos sectores o quizás ninguno capaz de encontrar soluciones para el país sin acudir a este gran consenso. Ese es otro de los desafíos: abrir espacios democráticos para llegar a acuerdos y dar respuestas a las demandas que surgirán en un año que se proyecta difícil”, señaló Sierra.

Esa será una tarea para quien resulte electo presidente y se posesione el 24 de mayo próximo, pero también para los líderes políticos que no resulten favorecidos con el voto popular en las elecciones.

El Gobierno saliente tendrá otro desafío y la responsabilidad de ejecutar una transición ordenada y transparente con la futura administración para que no vuelva a ocurrir lo del 2017, con la fallida “mesa servida” que recibió el presidente Lenín Moreno de su exaliado Rafael Correa.

En política exterior también hay pruebas a superar en 2021. El excanciller Marcelo Fernández de Córdova considera vital concretar un acuerdo comercial con los Estados Unidos y sostener una posición firme como país contra los abusos de los gobiernos autoritarios de la región.

“Recién estamos entendiendo lo beneficioso que puede ser un tratado de comercio bien hecho. Estamos viendo los resultados del convenio con la Unión Europea que ha sido favorable para Ecuador. Eso implica cumplir con ciertos requisitos como reducir el gasto público y la nivelación de la economía interna”, señaló el diplomático.

Sin embargo, los tres analistas consultados coinciden en señalar que el rumbo que tome el país en los próximos doce meses mucho dependerá de los resultados del proceso electoral de febrero, tanto en la elección de presidente y vicepresidente, como en la conformación de la Asamblea.