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Los chagras de diferentes partes de la zona centro volvieron a concentrarse para el desfile En Ambato. / Yadira Illescas 

El desfile de chagras, tradición que renace

La destreza de los jinetes, una riqueza cultural que poseen los campesinos. Ellos comparten conocimientos y sus habilidades

No solo demuestran sus habilidades sobre sus mejores acémilas, sino que también llevaron llamas y hasta los borregos más vistosos para exhibir orgullosos sus raíces en el recorrido que se retoma en Ambato, después de dos años, debido a la pandemia.

En lo más alto de la montaña se reúnen para compartir los conocimientos y dirigir al ganado. A ellos se los conoce como los chagras, cuya palabra se deriva del kichwa chakra porque cuidan la tierra y sus animales, explica Rodrigo Naguataxi, oriundo de Cotopaxi.

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Los chagras cada año tenían como tradición realizar su desfile o demostrar sus habilidades por las calles de la capital de Tungurahua en la temporada de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), pero el coronavirus también los inhabilitó; pero nuevamente salieron para retomar la tradición.

Desde el 19 de marzo empezaron con diferentes actividades, entre ellas el desfile por las calles del sur de la ciudad y se mantendrán hasta finales de este mes, donde demostrarán sus destrezas en diferentes sectores de Tungurahua.

En la actividad participan hombres y mujeres, niños y adultos. Estuvieron acompañados por bandas de pueblo, comparsas y representaciones de las actividades que desarrollan las personas dedicadas a la faena agrícola. Las delegaciones recorrieron Huachi Grande y continuó por la vía que llega hasta el Centro de Mercadeo Agropecuario Cemeag.

Margarita Mantilla dice que el desfile permite apreciar la destreza de los jinetes y sus caballos. Definió como una riqueza cultural que posee el sector agropecuario del país.

Segundo Guano explica que el trabajo que realizan los chagras es una especie de minga donde recogen el ganado o las acémilas, los dirigen al corral y les brindan todo el cuidado y los van domando.

La vestimenta es muy importante, siempre se los identifica porque visten de poncho, sombrero y el pinganillo que es la especie de pantalón con piel de borrego o ternero, para protegerse del frío y el viento en el páramo, dijo Guano.

El historiador Víctor Navas dice que la historia de los chagras inició en el siglo XVII, los terratenientes buscaron a personas que les cuiden del ganado.