Entre lágrimas, gritos y abrazos de algunos de sus ocupantes, 100 viviendas fueron derribadas la mañana de este miércoles 20 de noviembre en la cooperativa Promesa de Dios, del sector Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil.

En el lugar, 1.87 hectáreas habían sido tomadas por presuntos invasores, quienes habrían rellenado un canal natural de agua para construir los inmuebles, de caña guadúa y madera.

Evelyn Montalván, secretaria técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, detalló que los traficantes de tierras vendieron cada lote en $ 2 mil.

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Algunas personas, para poder comprar la tierra, dieron de entrada $ 300 y el resto lo iban pagando poco a poco, mensualmente.

En medio de la destrucción de viviendas, una señora llorando decía que era madre soltera y que vivía ahí con sus hijos, pero Montalván asegura que la señora vive en otra casa del sector.

“La última semana han realizado más edificaciones, se hacen estos desalojos porque están en tierras ilegales, ellos sólo rellenaron, taparon y empezaron a habitar esta tierra”, acotó la funcionaria.