Febrero cerró con tres supuestos casos de secuestros ocurridos en la provincia de Azuay que están siendo investigados por la Policía Nacional a través de su Unidad Antisecuestros (Unase).

Uno de los casos es de una pareja que tomó una carrera en un vehículo particular en la zona de Tamarindo, la mañana del jueves 28 de febrero, con destino a la provincia de Los Ríos.

Sin embargo, ya entrada la noche los familiares de las dos víctimas recibieron llamadas de presuntos captores exigiendo una alta suma de dinero para su liberación.

El coronel Pablo Guachamín, comandante de la Subzona Azuay de la Policía Nacional, confirmó el hecho y detalló que la investigación se está desarrollando en la provincia costanera.

Otros casos registrados son de una mujer adulta mayor que habría sido secuestrada en la parroquia Jima, en el cantón Sígsig, y un hombre que fue interceptado cuando llegaba a su domicilio a bordo de su vehículo con rumbo desconocido.

Con este antecedente, la autoridad apuntó que el delito de secuestro extorsivo no es un hecho constante en la provincia de Azuay, pero sí una problemática que afecta principalmente a provincias costaneras.

El coronel explicó que debido a la intervención en las prisiones del país las órdenes de delitos que salían desde estos lugares se minimizaron, por lo que los antisociales adquirieron “otras modalidades de mal oficio”.

Pese a que todos los casos ocurrieron durante el mes de febrero, la autoridad evitó señalar que exista la “intención de crecimiento” del secuestro extorsivo en Azuay.

Pero alertó que podría existir la intención, por parte de los antisociales, de mutar dicho delito a provincias de la Sierra. Además, puntualizó que no hay que confundir secuestro con retención y rapto por tratarse de diferentes tipos de delitos.

Guachamín recalcó que Azuay no está dentro del grupo de provincias violentas del Ecuador, según los resultados del cuadro de mando integral que establece una tasa de muertes violentas por debajo de los tres puntos.

Los delitos de robo a domicilios, robo a personas y a locales comerciales siguen siendo los más comunes en la provincia austral.

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