En los cinco exámenes de Hernán Darío Gómez al mando de la selección nacional, hay patrones que empiezan a definirse y que descifran de a poco el estilo que el colombiano pretende instaurar en esta nueva Tricolor. El más claro es la solidez defensiva, que le sirvió para ganar el último encuentro contra Perú.

Los medios peruanos resaltaron eso del combinado tricolor: la solvencia con la que Ecuador se sostuvo durante los 90 minutos y lo impenetrable que fue para el ataque del Rimac, que en todo el encuentro, no gozó de una oportunidad clara para anotar.

Pero a pesar de los elogios, no es correcto enaltecer a la zaga, ya que aún esta no ha definido sus piezas. Es tan amplia la evaluación del Bolillo Gómez en este sector, que ha tenido que convocar a 17 defensores para conocerlos humana y deportivamente.

Hay quienes solo han disfrutado de un llamado y otros que han repetido y empiezan a aparecer como los símbolos de una zona que va a ser trascendental para el camino de Ecuador en la Copa América y las eliminatorias rumbo a Catar 2022.

Y si hay una situación que tiene latente el Bolillo es que, seguramente, habrá quienes no lleguen a la cita mundialista -en caso de clasificar- por su edad, pero valora el peso que pueden tener en la conformación de grupo.

Gabriel Achilier es el zaguero más longevo que ha llamado y hoy, con 33 años, no es tan sencillo que pueda llegar -con 37- en plenitud a Catar. Por lo tanto el llamado a figuras jóvenes es importante.

Hoy Achilier parece uno fijo, a pesar de tener una sola convocatoria, pero detrás de él aparecen Xavier Arreaga, Robert Arboleda, Luis Caicedo, Darío Aimar y Franklin Guerra (los últimos tres no fueron convocados).

El sector derecho parece tener dueño: Juan Carlos Paredes. Con 31 años no es descabellado que pueda llegar al Mundial, pero en el camino habrá valores como Byron Castillo que pueden sustituirlo.

Por la zurda el puesto es de Christian Ramírez, aunque el protagonismo de Beder Caicedo en la última jornada ventiló que hay un alternante a la altura de la camiseta. Sin duda, una búsqueda que el Bolillo deberá ir replanteándose con el tiempo. SDP