Empresa beneficiaria de los débitos que nos han hecho los bancos, y donde se acreditaron esos valores, es aquella creada en 2002 cuya actividad comercial, según la Super de Compañías y SRI, es de “Servicio de asistencia mecánica automotriz, asistencia vehicular con grúas”; es decir, nos hicieron creer que se trata de una Aseguradora. Esta debe devolver hasta el último centavo, los valores debitados por los bancos y acreditados a ellos. La autorización expresa se da en dos formas: concesión (verbal) y consentimiento (escrita); y esto dio lugar a interpretaciones. De eso se aprovecharon: de las llamadas telefónicas. El país no cuenta con una ley para la protección de datos personales.

Roberto Flores