El ataque es la mejor defensa. Al borde de que se defina su futuro al frente de la Prefectura del Guayas, Marcela Aguiñaga, también presidenta de la Revolución Ciudadana, afila su discurso para intentar opacar la denuncia electoral en su contra y fortalecer su narrativa en caso de no salir bien librada.

El 13 de julio de 2023, las denuncias electorales presentadas por Juan Esteban Guarderas, consejero suplente de Participación Ciudadana, y Bernardo Jijón, abogado de la Fundación Lucha Anticorrupción, lograron prosperar y fijar una audiencia ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).

Ese mismo día, Aguiñaga puso mayor énfasis en sus declaraciones sobre su trabajo en la Prefectura, aunque también ubicó un manto de dudas sobre una de las obras que heredó de la administración anterior: el dragado alrededor del islote El Palmar, en el río Guayas.

“No es una draga moderna, es antigua, tiene más de 30 años. (...) Está por debajo de los 180 mil metros cúbicos que se acordó extraer (...)”, dijo la prefecta. Este Diario intentó contactarse con Aguiñaga para contextualizar sus declaraciones, pero no hubo respuesta.

Aunque sus críticas no son nuevas, para Esteban Ron, analista de temas electorales, la intensificación de su narrativa responde a la amenaza latente que le significan las denuncias electorales y su coincidencia con los comicios anticipados.

“Es una reacción natural (...). Cuando se reactivó la denuncia electoral, ellos (Aguiñaga y Alembert Vera, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social) tuvieron que entrar en una estrategia de defensa y por eso, incluso, intentan ubicar otros temas de discusión en la agenda pública que son prioritarios para su gestión y distraer lo que pueda suceder en este proceso (...)”, sostiene.

En el caso de Marcela Aguiñaga, ella volvió a referirse al dragado, pero en esta ocasión como una obra con mayores problemas y dificultades, como la antigüedad de la maquinaria (de más de 30 años) o advirtiendo que la obra no estaba yendo a la par de lo contratado por la Prefectura del Guayas.

Una declaración que, sin que lo describan así, tomó por sorpresa al consorcio encargado de la obra del dragado, cuyos representantes, en conversación con Diario EXPRESO, señalan estar cumpliendo las etapas acordadas en el contrato, con pleno conocimiento y seguimiento periódico de la administración de la prefecta Marcela Aguiñaga.

“El primer mes sacamos 195 mil metros cúbicos (no menos de 180 mil como dijo Aguiñaga) y para el tercer mes estaremos en 310 mil metros cúbicos de sedimento extraído”, precisa María Mercedes Cuesta, vocera del Consorcio Dragando por Guayas, encargado del dragado alrededor del islote El Palmar.

Las cifras, según continúa, demuestran que ellos están cumpliendo con el cronograma y los objetivos acordados. “No supimos (de las declaraciones), pero creemos que es una preocupación de la prefecta (...). Según las mediciones, se está cumpliendo (...)”.

También descarta que la antigüedad de la draga tenga algo que ver con una presunta deficiencia en la obra. “Es verdad que tiene muchos años, pero estas dragas tienen una vida útil mucho más larga. No tiene ningún problema en su capacidad para cumplir el contrato”, dice.

Esta contradicción, a criterio de Ron, es precisamente la duda que conviene sembrar para enfocar los reflectores, tanto mediáticos como de lucha anticorrupción, en otro tema que no sea la presunta infracción electoral que cometió durante la campaña de febrero de 2023.

Por otro lado, “si gana (la denuncia electoral), sin duda (la Revolución Ciudadana) aprovecharán esto para reforzar su discurso a miras de las elecciones anticipadas”, considera el analista de temas electorales.