Carlos Bravo Cobeña, de 45 años, y Édison Mora Rosales, de 36, nunca se conocieron en la vida, pero coincidentemente sus muertes ocurrieron a la misma hora y en circunstancias similares. Los dos fueron acribillados y sus asesinos, que se movilizaban en moto, no contentos con verlos caídos, lo remataron en el suelo.

Los asesinatos ocurrieron la noche del viernes en las ciudades de La Libertad y Santa Elena. En ambos casos, los deudos llenos de dolor indicaron que a las víctimas las estaban esperando en sus respectivas viviendas con la merienda. Alimentos que no alcanzaron a servirse porque la muerte se los impidió.

Bravo Cobeña fue asesinado cuando caminaba por el barrio 7 de Septiembre, con destino a su vivienda en el sector Cordillera del Cóndor, en el cantón La Libertad. Los testigos indicaron que los pistoleros aparecieron por una calle oscura y le descargaron los tiros.

La policía investiga si el crimen de Carlos Bravo Cobeña tendría alguna relación con otro hecho violento ocurrido la noche del jueves en el barrio donde residía el ahora occiso. En ese lugar, un hombre que descansaba en una hamaca resultó gravemente herido después de haber sido atacado a balas.

A Édison Mora Rosales, el otro fallecido, sus amigos lo conocían como el Balzareño; este se encontraba en las inmediaciones del mercado en la ciudad de Santa Elena cuando fue atacado. En la balacera, donde se escucharon más de 20 tiros, resultó otra persona herida.

Tanto el Balzareño como el lesionado fueron llevados al hospital Liborio Panchana, en donde se comprobó la muerte de Mora Rosales. Mientras que Walter Tomalá, como se identificó al herido, hasta el cierre de esta edición continuaba luchando por su vida.

Los investigadores indicaron que las víctimas registran antecedentes penales y se busca establecer si el fallecido andaba junto con el herido, o se trató de una víctima colateral del hecho violento.

“Por lo general, todos estos crímenes se dan por venganza, estamos indagando las motivaciones de estos hechos y pronto sabremos por qué se terminó con la vida de estas personas”, manifestó el coronel de Policía, Jaime Ruales, jefe del Comando en la Península.

El número de personas asesinadas al estilo sicariato sigue en alza en la provincia de Santa Elena, en lo que va de 2023 ya suman 193 las víctimas, “es muy lamentable lo que ocurre en la provincia, al parecer no tenemos autoridades. Estamos desprotegidos”, se quejó un morador.

La situación del país es similar, pues los crímenes violentos han crecido y ya sobrepasan las 7.000 víctimas mortales.

La seguridad ciudadana ha sido poco atendida por el Estado y el Gobierno local, pues pocos municipios han hecho planes locales de Seguridad Ciudadana y Convivencia Pacífica para la prevención de delitos.

En el cantón de La Libertad se han producido actos de terrorismo con la colocación de artefactos explosivos en viviendas y locales comerciales, como parte de la lucha entre las bandas existentes.                                                                                                               (JL)

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