La movilización de al menos seis tanques de guerra del Estado peruano, a la línea de frontera que une a Huaquillas (Ecuador) con Aguas Verdes (Perú), puso en alerta a la población ecuatoriana, generando una psicosis social al inicio.

Sin embargo, luego se conoció que el vecino país puso medidas drásticas, especialmente en la frontera con Ecuador, con el objetivo de evitar que extranjeros y ecuatorianos ingresen a su territorio y respeten el aislamiento social, ante la pandemia del coronavirus.

El pasado viernes 3 de abril, a las 16:00 se escuchó las sirenas anunciando el toque de queda en la Región de Tumbes, al tiempo que unos mil uniformados de las FF.AA. y de la Marina de Guerra del Perú salieron para controlar el paso ilegal de extranjeros a su país, sobre todo en los puntos endebles que el ejército ecuatoriano no ha podido controlar.

La reacción del Gobierno peruano responde a los reportes de ingresos ilegales de extranjeros, en medio del estado de aislamiento social obligatorio que cumple el país para contrarrestar la propagación de la enfermedad del nuevo coronavirus.

A las 11:30 de ayer sábado 4 de abril, el alto mando del Ejército peruano y ecuatoriano se reunieron en el Puente Internacional. El objetivo fue reunirse con Perú para ratificar el compromiso de trabajar de forma conjunta para la protección de la frontera y establecer nuevas estrategias de seguridad.

“Cada uno de los Estados tiene el soberano derecho de efectuar los controles como ellos deseen hacerlo. El señor comandante del comando conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, me ha manifestado que el despliegue de esas unidades, que incluyen vehículos blindados, es únicamente con la finalidad de economizar tiempo en los desplazamiento de los militares y aprovechar a los vehículos que tiene iluminación para efectuar los controles nocturnos”, explicó el General de Brigada del Ecuador Luis Burbano.

Él dijo que en toda la línea de frontera del lado ecuatoriano se han desplegado más de 580 uniformados desde Hualtaco hasta el sito Tarapasola.

Según las Fuerzas Armadas ecuatorianas, ambos ejércitos han coordinado para combatir el paso de personas ante la emergencia sanitaria, además están controlando el paso del contrabando que aún se seguían realizando en los 40 pasos clandestinos que tiene la frontera.

Malestar

La ciudadanía huaquillence aplaude la intervención del ejército ecuatoriano y peruano, pero también aseguran que, desde que el Perú puso “mano dura en su frontera”, los ciudadanos venezolanos se han replegado y actualmente se encuentran en Huaquillas.