Una propuesta positiva, pero con dificultades por resolver. La inclusión del trabajo por horas como una modalidad contractual, según analistas consultados por este Diario, tiene como principal reto mejorar la capacidad de control para evitar la precarización laboral.

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Este es el último tema abordado en el referendo propuesto por el presidente Daniel Noboa y que, junto a las seis interrogantes plebiscitarias, forma parte de las 10 preguntas de la consulta popular impulsada por su gobierno. Según el Ejecutivo, se pretende fomentar el empleo y combatir la informalidad.

Aunque el Ejecutivo apela a que la aprobación de esta pregunta estimulará la creación de plazas de trabajo en Ecuador, la expresidenta del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y dirigente de la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), Marcela Arellano, señala que esta propuesta generará el efecto contrario.

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“La flexibilización laboral, como ya ha sucedido en el país, solo precarizará el trabajo. Lo que pasará es que aquellos que trabajen por horas no tendrán acceso a créditos, no serán consumidores y terminará afectando al mercado”, comenta la dirigente sindical.

También explica que, a diferencia de la aplicación de esta medida en Estados Unidos o países europeos donde se la utiliza para generar ingresos adicionales, en Ecuador esto sería inviable, ya que incluso hay plazas de trabajo limitadas con un contrato a plazo fijo.

Asimismo, Arellano advierte de que existe el riesgo de que los empleadores empiecen a preferir la contratación de personal bajo la modalidad de trabajo por horas para pagar sueldos más bajos e, incluso, sortear responsabilidades con el Seguro Social, entre otros aspectos.

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Las observaciones de la dirigente sindical, según acota el constitucionalista Esteban Ron, pasan por la principal crítica que existe en contra de esta propuesta: la limitada capacidad de control que actualmente tiene el Estado para evitar la precarización laboral en el país.

“El riesgo de la aplicación del trabajo por horas es que se va a necesitar de una supervigilancia por parte de las inspectorías de trabajo para que no se dé una precarización fáctica”, señala y anota que ese es uno de los puntos flacos de la propuesta del Gobierno Nacional.

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Según continúa, parte de los aspectos a regular y que no están mencionados en la propuesta del Ejecutivo es “especializar” las actividades que son susceptibles a aplicar la modalidad del trabajo por horas para evitar la precarización de ciertas plazas de trabajo.

Aunque Ron señala que la medida es positiva en términos generales, la dificultad del control hace que, incluso, se puedan dar un velo de legalidad a malas prácticas laborales que solo terminan afectando a los trabajadores, en especial, los jóvenes.

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