La visita al Centro de Rehabilitación Social de Chillogallo de la legisladora Sofía Espín terminó con una resolución aprobada en la Asamblea Nacional, donde se dispone que su conducta sea observada a través de una Comisión Multipartidista.

La resolución que también permitirá que comparezca ante la Asamblea, el ministro de Justicia encargado, Paúl Granda, fue aprobada por 73 votos. Pese a esto también se presentaron 28 negativos y 13 abstenciones.

Dentro de los tres artículos que se enumeran en el documento, el legislativo “reafirma su compromiso con el respeto de funciones y el derecho a una justicia sin injerencias ni presiones políticas”.

En ese sentido, Esteban Bernal, asambleísta por CREO y principal proponente de la resolución, explicó qué se busca demostrar: “que la visita que realiza la asambleísta Espín no es humanitaria ni ética”.

Aunque también precisó que al momento “nadie ha imputado un delito, nadie ha realizado acusaciones directas, hemos pedido investigación”. Dependiendo de las conclusiones a las que se llegue se dará luz verde o no, a una posible destitución de la asambleísta.

Espín reaccionó a esto con breves declaraciones a los medios y también desde sus redes sociales: “No es posible que porque me toqué 200 veces el cabello o porque me puse gafas, entonces estoy incumpliendo el protocolo”.

Se refiere al día en que visitó a Diana Falcón, exagente de la Senain y testigo protegida del caso Balda. Espín insiste en que la visita fue consensuada. Con videos y documentos donde se lee que su llegada estaba prevista y autorizada, asegura que lo dicho contra ella es un “montaje”.

“Yo espero que con la misma agilidad con que están tratando mi caso también pidan los listados y los videos de los asambleístas que visitan otras funciones del Estado”, recalcó sobre la investigación que se le seguirá.