Resulta preocupante la escalada de tensiones políticas que se vive en el mundo. Hay que hacer todo lo posible por reducirlas, por prevenir hechos violentos y pérdidas de vidas.

Entre todos, tenemos que salir de esta atmósfera de confusión y desarrollar otros ambientes más acogedores fijando nuestra atención en los espacios armónicos y de la esperanza.

Los derechos humanos y el compromiso de los moradores del mundo con el parlamentar, se ha desvirtuado y desvanecido. Todas las partes en conflicto, independiente de su afiliación política, están obligadas a entenderse. Hay que llamar a la calma. La veracidad y la entereza son las que han de gobernar en cualquier existencia humana.

Víctor Corcoba