Por su belleza arquitectónica, la catedral de Cuenca es un sitio muy visitado por turistas nacionales y extranjeros, que no pierden la oportunidad de fotografiarse.

La catedral de Cuenca es un museo rico en historia

La estructura tiene más de 450 años de existencia. Actualmente es usada para eventos culturales.

Un órgano de fuelles del año 1735; un púlpito tallado por el escultor Gaspar Sangurima, esculturas de Miguel Vélez y pinturas de Daniel Alvarado y Nicolás Henríquez, son parte de la riqueza que se halla en el interior del Museo de Arte Religioso de Cuenca.

Es el local de la vieja catedral donde desde 1567 hasta 1787, se oficiaban los cultos religiosos exclusivos para los españoles, es decir en la época de la Colonia. Luego y hasta 1970, fue la catedral de Cuenca. En el 2006 luego de un proceso de renovación y restauración fue convertido en Museo de Arte Religioso. Es también un lugar para conciertos y eventos culturales.

El púlpito es de madera, con un estilo barroco local y es el lugar desde donde hasta 1970 solían los sacerdotes emitir su prédica hacia los feligreses. Está ubicado al costado derecho de la nave central y cerca del altar mayor y donde están colocadas las esculturas de un metro de altura de los doce apóstoles junto a Jesús durante la cena.

“El órgano de fuelles, ubicado en la parte posterior del local, es el instrumento musical con el cual se acompañaba a los coros durante las misas”, explicó uno de los guías del museo, Daniel Pulgarín.

El museo está situado en la esquina de las calles Mariscal Sucre y Luis Cordero, y constituye un ícono de la ciudad.

El recorrido por el museo no dura más de treinta minutos; comienza por la nave mayor, una de las cuatro que conforma la edificación.

La visita sigue por la capilla Hernández, una de las tres capillas situadas al costado derecho de la nave principal, cada una con estilos diferentes en su decoración; renacentista, mudéjar y neoclásico. “Lleva el nombre de Hernández por cuanto fue el espacio de oración de propiedad de esa familia”, adujo Daniel Pulgarín.

El local está conformado por tres naves, la del medio y nave mayor recorre todo el cuerpo del templo; en la derecha están tres capillas. Al norte se ubica el altar mayor y al sur, el coro.

Según la guía de recorrido, se visita también los retablos menores de Santa Marianita y la Virgen de los Imposibles, cuadros de pinturas recuperadas de las 15 Estaciones del Viacrucis de Jesús, y otros elementos que reflejan la espiritualidad y religiosidad habida en Cuenca.

Según los registros históricos de la catedral y de Cuenca, se trata de la edificación más antigua de la urbe, “su construcción inició un 7 de julio de 1557 y diez años después estuvo concluida y constituida en la iglesia matriz de Cuenca.

“Fue el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, quien asignó los primeros fondos con los que inicialmente se construyó una ermita al levantarse la iglesia matriz. La rústica ermita de paredes de adobe quedó dentro, conformando el coro del nuevo templo”, reseña el registro oficial.

Los oficios religiosos se prestan ahora en lo que constituye la catedral nueva, bautizada con el nombre de Inmaculada Concepción.

En 1804, la Misión Geodésica hizo de la antigua torre de este templo, punto de referencia a las mediciones destinadas a demostrar científicamente la forma exacta que posee el planeta Tierra. (F)