La mañana del lunes 4 de marzo, la Corte de Justicia del Guayas sorprendió a ciudadanos, jueces y abogados al permanecer cerrada tras los allanamientos y detenciones realizados por la Fiscalía General del Estado en diferentes puntos de la provincia en el marco del caso Purga.

Los usuarios, quienes debían asistir a diversas diligencias, fueron informados por agentes de la Policía de que algunas audiencias serán reagendadas y otras se llevarán a cabo de forma telemática.

El exmagistrado de la Corte, Galo Arias, expresó su malestar al tener que posponer un juicio para el cual su cliente había esperado varios meses por la fecha, ahora debiendo aguardar una nueva cita.

Incluso los empleados administrativos no pudieron ingresar a trabajar y solo pudieron registrar su asistencia en la recepción.

El policía a cargo de la puerta informó que dentro del edificio se encontraba personal de la Fiscalía realizando más diligencias y que una vez concluidas, se reabriría la Corte, aunque desconocía cuánto tiempo tomaría.

Durante la madrugada y la mañana de ese mismo día, la Fiscalía llevó a cabo más de 10 allanamientos y detuvo al menos a 12 personas, incluidos varios jueces, que son investigados por presunta delincuencia organizada.

El caso Purga surge de las investigaciones del caso Metástasis, que indaga un entramado de corrupción en el sistema judicial para favorecer a figuras vinculadas con actividades ilegales, como el narcotráfico.

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