- Vemos instituciones como el Consejo de Participación Ciudadana que se enfrascan en pugnas internas y legales. Ahora tiene dos presidentes. ¿La elección de Hernán Ulloa es constitucional o Sofía Almeida sigue siendo presidenta?

- Entiendo la preocupación. Dada las funciones de jueza no podría pronunciarme sobre el tema y los acontecimientos en el Consejo de Participación Ciudadana porque eventualmente, lo que ahí corre, podría judicializarse y venir a la Corte. Lo que puedo comentar, en palabras del expresidente Hernán Salgado, es primar el objetivo de la institucionalidad. Las personas somos pasajeras y que la institucionalidad se preserve. Quienes están en esa pugna deberían pensar como país.

- Entiendo su postura, pero tendrá una valoración...

- Haciendo a un lado las funciones de jueza, como ciudadana me preocupa mucho lo que acontece en el Consejo. En nuestras funciones hablamos a través de las sentencias, por lo tanto, no podría hacer un comentario.

- En ese caso hablemos de un hecho ya consumado:la renuncia de María del Carmen Maldonado. Se fue echándoles la culpa de restarle atribuciones, a través de una sentencia, para luchar contra la corrupción en la justicia.

- Sobre la decisión personal de María del Carmen Maldonado no podría opinar. Lo que le puedo comentar es que la Corte hace un análisis profundo de cada una de las acciones, en este caso era una compleja... La percepción personal respecto de los efectos de la sentencia es algo distinto. La sentencia está apegada a derecho. Las funciones de suspensión (de funcionarios judiciales) permanecen en el pleno.

- ¿Fue un capricho de Maldonado renunciar dejando sin efecto una suspensión de un fiscal involucrado en el caso de Naomi Arcentales depositando la culpa en ustedes?

- No podría pronunciarme ni calificar las actuaciones de la doctora Maldonado. Ella es responsable de sus actos.

- Paralelamente a todo esto, el Ejecutivo analiza impulsar unas reformas judiciales a través de una consulta popular. ¿Cree que estas reformas podrían o no convertirse en otra metida de mano a la justicia?

- Es una pregunta subjetiva. Al ser la consulta popular que tiene el presidente que requiere la opinión de la Corte no le podría adelantar criterio.

- ¿Es la vía más idónea?

- No quisiera dar una opinión personal por las funciones que ahora ocupo. El presidente deberá determinar la mejor forma para las reformas que considere pertinente. El papel de los jueces constitucionales no es dar una opinión sobre un tema u otro, sino hablar a través de las sentencias.

- ¿Con esta renovación de la Corte diría que la institución es más progresista o más conservadora?

- No la calificaría de ninguna de las percepciones, sino que es una renovación importante que se ha llevado a cabo con transparencia. Los tres nuevos jueces están capacitados y son profesionales. Nos garantiza esa continuidad de la institucionalidad de la Corte.

- La Corte se la ha catalogado como una institución fuerte. Pese a las diferencias de criterios no hemos visto pugnas. ¿A qué atribuye esta armonía que no existe en otras instituciones?

- Se dejan de lado posiciones personales a pesar de las diferencias. Hay deliberaciones importantes en algunas ocasiones acaloradas, pero con respeto. Luego de eso, se ponen de lado esos momentos y se sigue adelante.

- ¿Que la política no se haya filtrado hasta el momento también ha ayudado?

- Puedo afirmarlo. Nos hemos mantenido como una Corte independiente. No digo que no hayamos estado expuestos a embates políticos y de otro tipo. Este compromiso inicial de los nueve y que ahora se mantiene con los nuevos es importante. La independencia es básica.