Carlos Ordóñez, vicepresidente de la Asociación de Servidores Penitenciarios (Asorsepen), retrató la realidad en la que trabajan, en una rueda de prensa realizada la tarde de este miércoles 10 de enero.

Él contó a los medios de comunicación que desde el 2021, los guías penitenciarios no tienen armas o algún otro implemento con el que puedan hacer frente a motines o hechos violentos.

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"Para nosotros es preocupante, indignante. La Asociación precisamente se creó por esto, porque el Estado no ha sabido dar unas condiciones laborales adecuadas para realizar bien la labor penitenciaria", dijo Carlos Ordóñez, vicepresidente de ese gremio.

"Un dato, por ejemplo. Nosotros manejábamos armas. En el 2021, se hizo la entrega voluntaria, el SNAI entregó voluntariamente al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas nuestro armamento. Vara a saber por qué lo hizo y ahora (vemos) las consecuencias".

Como asociación piden a las autoridades que garanticen la vida de sus miembros, sobre todo, de aquellos que siguen en manos de las bandas narcoterroristas en el interior de las cárceles.

De ahí que insisten al Gobierno que mejore sus condiciones laborales y el equipamiento.

También piden que se aumente sus sueldos ante la complejidad de su labor. En dicha rueda de prensa, una guía expuso el riesgo que representa para ella y sus colegas mujeres servir en los pabellones de hombres.

Hasta la tarde de este miércoles 10 de enero, el gremio desconoce el estado de salud de aquellos guías que permanecen secuestrados por los microcarteles. Lo que se sabe es que el número de guías bajo el control de los criminales asciende 125, según los registros del SNAI.

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