Una inexperiencia que puede pasar factura. El rendimiento de la actual Asamblea Nacional continúa en el escrutinio público no solo por las denuncias de actos de corrupción, sino también por la calidad del debate y su productividad.

Desde el interior del Legislativo se hace un balance de los primeros cuatro meses y se habla de que parte del ‘bajón’, que se arrastra desde anteriores períodos, puede estar relacionado en gran medida a que cerca del 20% de asambleístas actuales son novatos y algo más del 40% tiene experiencia en el sector público o privado, mas no en parlamentos.

Los casos más sonados, pero no los únicos, son los de las asambleístas Rosa Cerda y Bella Jiménez, quienes no registran una mayor trayectoria política previa, y pese a ser rostros nuevos, ya tiene sanción, la primera, e investigaciones hasta penales, la segunda.

Cerda fue asistente de operaciones y logística en la Coordinación Zonal 2 de Educación en la Amazonía y ha participado en algunas protestas antipetroleras en Pastaza. En julio causó polémica por su frase “si roben, roben bien, justifiquen bien, pero no se dejen ver las cosas, compañeros”.

Jiménez fue asistente de difusión de obras en el departamento de Comunicación de la Prefectura del Guayas. Y estaría concluyendo sus estudios en Jurisprudencia. Es investigada luego de que se denunciara una supuesta gestión de cargos a cambio de dinero.

Wilma Andrade, asambleísta reelecta por Izquierda Democrática (ID), dijo que se puede notar ya las diferencias entre los legisladores que tienen conocimientos (no necesariamente parlamentarios) en temas administrativos, ya sea en lo público o privado frente a aquellos que no los tienen.

“Los demás asambleístas que pueden estar calificados profesionalmente, pero no tienen esa trayectoria, para mí han tenido algunos tropiezos justamente por esa falta de conocimiento de la realidad social y económica y la dinámica de la Asamblea”, señaló Andrade.

Unos 25 asambleístas se encuentran en esa situación. Según la página Radiografía Política de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, ese número no registra más experiencia política que ser asambleístas para el período 2021-2025, aunque algunos señalan haber ejercido algún tipo de activismo social o político.

Ángel Maita, de Pachakutik, es un médico que migró a Estados Unidos en 2001 y ha luchado por los derechos de los migrantes; otros como Ramiro Frías ha dedicado su vida a los emprendimientos privados; o Jhajaira Urresta que resultó con una herida grave que le hizo perder un ojo durante las protestas de octubre de 2019 y la catapultó a la Asamblea por la alianza Unión por la Esperanza (UNES), por mencionar a algunos de ellos.

Un asesor legislativo con amplia experiencia que accedió a dialogar con EXPRESO, bajo reserva, explicó que se puede notar que muchos no conocen siquiera los procedimientos parlamentarios o los mecanismos para plantear y lograr apoyo para sus propuestas.

“Ahora, no se puede generalizar. Podría decir que en la Asamblea hay tres grupos: los que conocen todas la ‘mañas’ del parlamento, aquellos novatos, pero con muchas ganas de sobresalir y aprender, y los que están esperando que pase el tiempo sin proponer mayores cosas”, manifestó.

En el grupo de la mitad se encuentra la asambleísta por El Oro Johanna Moreira, quien, pese a sus 25 años, lo que la hace la asambleísta más joven, consiguió un puesto en el Consejo de Administración Legislativa (CAL) y ha presentado proyectos de ley.

“Las generalizaciones son injustas. Aquí hay una lista de jóvenes que están sobresaliendo para bien, pero se da más relevancia a otros casos. Me ha tocado asumir retos y aprender. Lo más complejo ha sido equilibrar las decisiones técnicas con las políticas”, señaló.

En la misma línea dice estar Jorge Abedrabbo, quien representa a la alianza SUMA- Partido Social Cristiano (PSC). Él ya ha ocupado otros cargos públicos, pero en el área legislativa está prácticamente debutando.

“Nadie nace sabiendo, pero mi profesión de abogado ha sido de gran ayuda. Conocer la Ley Orgánica de la Función Legislativa es fundamental, al igual que los procedimientos legislativos. Equivocaciones puede haber, pero hay que prepararse y actuar de buena fe”, manifestó.

Desde el 14 de mayo, cuando se posesionó la Asamblea, se han presentado unos 56 proyectos de ley, auspiciados por asambleístas. En ocho de ellos han participado, en solitario o en grupo, los legisladores considerados debutantes. El resto tiene la firma de los experimentados.

Destaca Moreira, Dina Farinango con dos propuestas. Maita, Jessica Castillo y Omar Yucailla han presentado proyectos individuales, en tanto que Sofía Sánchez, Cecibel Molina y Rosa Cerda han participado de propuestas de ley conjuntas.

Luis Almeida, del Partido Social Cristiano (PSC), ha sido cinco veces parlamentario entre el antiguo Congreso y la actual Asamblea. Es el parlamentario que, hasta el momento, más proyectos ha presentado. Reconoce que la experiencia no se gana de la noche a la mañana, pero cree que en los momentos que vive el país quizás habría sido mejor tener legisladores más duchos.

Ese conocimiento, dice, será muy necesario cuando empiecen a llegar a la Asamblea Nacional, desde el Ejecutivo, proyectos de ley como el Laboral o Tributario en los que a los legisladores le tocará ser firmes en unas cosas y propositivos en otras.