“Rafael, Rafael, Rafael”. Era un candidato a la primera magistratura del Estado, no era un hincha de equipo inferior quien lanzaba esos gritos y solo faltaba que añadiera: “Al empate Calceta”. Pero esos gritos demuestran que el candidato no solo se halla muy por debajo de sus responsabilidades como primer magistrado, sino sobre todo, que se ha constituido voluntariamente en subalterno del que se va, y a propósito, en su discurso el que se va dijo que el pasado no volverá y el país está de acuerdo con esto. El pasado son los que se apoderaron de todos los recursos del poder y no volverán porque el pueblo no lo permitirá, pues ya demasiado han abusado del mando que en una hora turbia les entregó ese pueblo ecuatoriano que ya está harto de tanta prepotencia. Y el sucesor no puede ser quien se ha declarado como su subalterno, sino un candidato independiente, libre y capaz de enrumbar al país, perdido en medio de la crisis causada por el despilfarro de los miles de millones de dólares de la renta petrolera, de los impuestos y de los otros miles de millones del caro endeudamiento agresivo, en cuya concesión hay bemoles que se deben tocar.

Siguiendo con su presentación, dijo que había conversado con un niño que le preguntó quién era Jorge, ese que iría de candidato a la vicepresidencia. Le respondió que era quien había ido a Manabí con motivo del terremoto, y se supone que esas visitas, que no eran otra cosa que un baño de popularidad, no convencieron al niño, cuando para ser más claramente comprensible debió decir: “el del Rincón del Vago”, con lo cual el niño habría sabido de quién se trataba. Y tal vez se habría asustado. Volvió a mencionar una frase que ha repetido en todas sus presentaciones públicas, pero que debía lucir así: “Luchadores por la buena vida que da el petróleo”.

Aunque no se refirió a Calceta, sí hizo un muy elogioso reconocimiento del recordado autor de sus días, que sonó como un: ¡viva mi papá!

Para concluir, informó que su hija iba a tener trillizos, con lo cual se tendrían tres votos más que servirán para el triunfo que persiguen los verde flex.

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