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Cadaver con mensaje

Sobre el cuerpo fue hallado un papel con una nota escrita a mano, en la que se leía: “Me llamo Virginia Mariscal...”.

El cuerpo fue abandonado afuera de una tienda, en el oeste del Puerto Principal.

Tendido sobre un portal, envuelto en una cobija, fue abandonado el cadáver de una mujer la madrugada del viernes, en la esquina de las calles Clemente Ballén y Asisclo Garay, del oeste de Guayaquil.

Sobre el cuerpo, los moradores hallaron algo que los sorprendió: un pequeño papel con un mensaje. Se trataba de una vieja nota de venta con apuntes de alguna cuenta, pero lo que más destacaba estaba en la parte inferior de la hoja.

“Me llamo Virginia Mariscal Chalén 85 años”, es lo que rezaba el texto escrito a mano, con tinta negra.

En el barrio, quienes se acercaron a observar a la fallecida sostenían que no la conocían y que no era alguien del sector.

En el sitio del hallazgo existe una tienda. Emma Consuelo Mendieta llegó a las 06:30 para abrirla y fue una de las primeras personas en observar el cadáver. “Aquí había un señor y comentamos que se podía tratar de una persona indigente, pero cuando se acercó a despertarla nos dimos cuenta que estaba muerta”, rememoró la comerciante.

Daysi Cárdenas, una lugareña, mencionó que la señora supuestamente vestía una bata blanca. “Pero una colcha la tapaba. Después de encontrarla le destaparon la cabeza para verle la cara, pero nadie la reconoció. Se ve una señora mayor”, expresó la moradora.

Uno de los policías que acudió al sitio explicó que la mujer, al parecer, no tenía huellas de violencia y precisó que se investigaría en el Registro Civil si existe alguna persona con los nombres hallados en el papel.

“Tal vez la familia no tenía plata para el sepelio, pero igual creo que no era la manera de actuar. Pobre señora”, añadió Cárdenas.

En consecuencia, el cadáver fue trasladado al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, de la avenida Rodríguez Bonín, para que algún familiar se pueda acercar a reconocerlo.

Primera vez

Emma Mendieta contó que en 30 años es la primera vez que un cadáver es abandonado en el sitio.