Buen vecino: las ordenanzas para una mejor convivencia

La sana convivencia en una comunidad es fundamental para cultivar un ambiente placentero y protegido. Ser un vecino ejemplar no solo implica mostrar respeto hacia los demás, sino también aportar al bienestar colectivo, cumpliendo con ciertas normas ciudadanas, y asimismo, con los distintos reglamentos que se forman en algunos sectores habitacionales o urbanizaciones.

Gustavo Rivadeneira, presidente fundador del Comité de Moradores del Bario del Salado y asesor de distintas comunidades barriales habla con EXPRESO sobre los deberes y obligaciones que debe cumplir un buen vecino. 

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“Cada ciudadela o barrio organizado crea su reglamento, el cuál debe ser respetado por los moradores. Por otro lado, existen condominios o urbanizaciones que poseen sus propios reglamentos, y al adquirir una vivienda en estos proyectos habitacionales se asume la obligatoriedad de cumplirlos a cabalidad. Básicamente estas reglas son creadas con el objetivo de mantener control y orden entre los vecinos. Entre las obligaciones que se encuentran estipuladas en los distintos reglamentos se tiene el cumplir con horarios de recolección de basura, evitar escándalos con música a alto volumen, entre otros”, sostiene. 

Héctor Chiriboga, sociólogo y catedrático de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, también comparte a este Diario las ideas que se tienen dentro de la ciudad de ser un vecino ejemplar, y las últimas leyes creadas por el Cabildo que no guardan relación con el concepto de convivencia. “En enero se implementó el Plan Integral para la Paz, Seguridad y Convivencia Ciudadana de Guayaquil que tendrá vigencia hasta el 2030. 

Pero se une varias cosas que no están relacionadas tan formalmente. Por un lado se quiere la convivencia ciudadana, y la resolución de conflictos de una forma pacífica, y por otro lado, implementar planes de seguridad ciudadana conociendo la violencia criminal que existe”, alega.

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Chiriboga enfatiza que para una armoniosa vecindad se crean leyes escritas y codificadas para evitar peleas en espacios públicos o sacar parlantes a media noche que interrumpan el sueño de otros vecinos. Estas reglas deben ser acogidas para respetar la vida e identidad de los demás. 

“Son reglas sociales básicas y generales. Estas formas de actuar son dinámicas, y vivimos en una época donde no solamente debemos respeto al espacio público del otro, sino a la identidad de la persona. Entramos en la lógica de la tolerancia, el respeto, y el diálogo para evitar conflictos”, asegura.

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