Bruce continua el legado Burgos

Dice que aprendió a surfear casi al mismo tiempo que empezó a caminar. Recuerda que tenía 3 o 4 años cuando, siguiendo el ejemplo de su padre René y su hermano Iron, entró con una pequeña tabla a las aguas de la playa El Murciélago, en Manta, y el magnetismo lo atrapó.

Bruce Burgos, con apenas 12 años, no solo se convierte en el surfista más joven del equipo ecuatoriano que competirá en el Mundial Junior de Japón este 23 de septiembre, sino que representa a uno de los deportistas de su categoría con mejores proyecciones en este deporte; no en vano marcha primero en el ranking nacional de dos categorías superiores a la suya: la sub-14 y sub-16.

Ayer, envuelto en una maraña de emociones salió de Ecuador rumbo a suelo asiático. Será su primer mundial. Había nervios, expectativas, pero sobre todo “ganas de reventar Japón”. Bruce y 8 ecuatorianos más buscarán el reto más ambicioso de la temporada: intentar entrar al top ten de la cita ecuménica a la que acudirá casi un centenar de países.

“Estoy tranquilo. Más que nervios, tenemos muchas ganas de ya estar corriendo las olas. Son mi vida”, dice el benjamín de la selección tricolor con seguridad pasmosa.

En Manabí, el apellido Burgos es sinónimo de surf. René, el papá de Bruce, es actualmente un surfista máster que tiene una escuela en la playa El Murciélago; mientras que Iron, su hermano, ha sido ya varias veces seleccionado del país en mundiales Junior y Open.

“Es una alegría enorme para ellos (papá y hermano) que yo siga sus pasos. Mi papá hace también tablas y se encarga de formar deportistas. Este deporte es nuestra vida”, acota.

Estudiar por las mañanas, hacer deberes hasta las 16:00, y posteriormente entrenar hasta que caiga el sol es la rutina del jovencito. “El beneficio de tener una familia de surfistas es que voy a la playa siempre”, añade con una sonrisa el tricolor, quien no duda que para los Juegos Olímpicos 2020, cuando el surf entre por primera vez en competencia, habrá un ecuatoriano en el podio.