Biocombustible parqueado, una zanja para la inversion
La indecisión del Gobierno para expandir la ecopaís genera incertidumbre en el sector. Al incorporar más etanol, Ecuador necesita importar menos gasolinas.
En la nueva inercia de buscar recursos o ajustar gastos en donde se pueda, el sector de la caña de azúcar sale a recordar al Gobierno que se ha quedado a medias el proyecto de impulsar los biocombustibles para ahorrar en importación de gasolinas. Con Rafael Correa como presidente, se impuso a la industria azucarera que incorporara en su línea de producción, aparte del azúcar y del alcohol etílico que se usa para consumo humano, el anhidro.
Se incorporó entonces un 5 % de ese tipo de alcohol, también llamado etanol, a la gasolina extra creando la nueva ecopaís, que requería un 17 % menos de combustibles importados, ya que el etanol tiene un alto octanaje y compensaba el bajo de la gasolina nacional base. Según Gustavo Heinert, director de la Asociación de Productores de Alcohol de Ecuador, con eso, el país se ha ahorrado desde 2012 un saldo acumulado de 1.657 millones de dólares. Lo que compensa que la gasolina ecopaís, la más consumida en el territorio, sea además la que más subsidios recibe del Estado.
El problema que inquieta al gremio ahora es la incertidumbre. Con el cambio de Gobierno y la crisis económica, Ecuador dejó de invertir en la infraestructura necesaria para expandir a todas las gasolineras del país el surtido de ecopaís. El proyecto se quedó en un 49 % y ahí sigue, pese a que los planes fechaban en mayo de este año para que la ecopaís se hubiese expandido por todo el territorio.
Esta indecisión del nuevo Gobierno llegó a oídos de los inversionistas que no han vuelto a inyectar grandes cantidades de capital en el sector. Heinert asegura que casi 457 millones de dólares de inversión en una suerte de limbo a la espera de que se esclarezca la estrategia gubernamental. Entre esos, se esperaba la instalación de un nuevo ingenio por 360 millones de dólares.
La incertidumbre se ha visto agravada por la inseguridad jurídica, insiste el director del gremio, si el Gobierno ya no garantiza el mismo precio por litro de alcohol anhidro que se acordó al iniciar el negocio. Hasta ahora, las industrias sucroalcoholeras que producen el etanol que Petroecuador incorpora a ecopaís recibían 76 centavos por litro, si el origen era una empresa ya establecida en el país; o de 90 centavos, si llegaba una compañía nueva con recursos frescos que inyectar a la economía. Si no se respeta lo pactado en la renovación de los contratos, el negocio del biocombustible nacional está en entredicho.
Augusto Ayala, gerente administrativo del ingenio San Carlos, añade un componente internacional para dar cuenta de que la percepción de que un ingenio azucarero es un gigante exitoso y todopoderoso no se ajusta ya a la realidad actual. “Los ingenios están en una situación delicada a nivel mundial. Por un lado, por la realidad económica general y nacional, pero también porque en los últimos años ha habido una sobreproducción en el mundo, generando excedentes de azúcar que han empujado el precio del commodity al más bajo de los últimos 15 años”, asegura el directivo.
De ahí el interés en ahondar en la nueva vertiente del negocio a través del biocombustible obtenido de la caña de azúcar. De no hacerlo, Heinert tiene un plan b: enfocar la producción de alcohol hacia el etílico, con el que se fabrican cosméticos o licores, y apuntar a la exportación. “Es algo que no queremos hacer, porque el biocombustible puede ser una oportunidad en la economía nacional”.
Datos
Ecopaís
Cuando la gasolina extra incorporó un 5 % de etanol o alcohol anhidro, extraído de la caña de azúcar con un octanaje alto de 116, se pudo reducir el componente de gasolina importada un 17 % hasta el 48 %. El resto es nacional, con un 47 %.
Precios
El Estado estableció dos precios por litro de etanol que comprar a las destilerías. 76 centavos para las inversiones ya realizadas y 90 para las nuevas.
Incertidumbre
El sector asegura que hay $ 500 millones sin invertir por la indecisión del Gobierno.
El biocombustible, en tres fases
Seis meses de producción de azúcar
En una visita al ingenio San Carlos, a una hora de Guayaquil, EXPRESO recorrió el proceso de conversión de la caña de azúcar en azúcar y el alcohol, que es utilizado para los licores y cosmésticos o para los biocombustibles. Por el clima nacional, la zafra solo permite producir seis meses.
De la caña al azúcar o a la gasolina
La misma materia prima, la caña de azúcar, permite obtener sacos de azúcar tras un proceso de molienda, aclarado del jugo de caña, evaporación del agua y cristalización. El mismo jugo de caña que se obtiene al moler la caña nutre a las destilerías para fabricar alcohol.
Destilación a destajo y almacenamiento
Como si fuera una refinería de petróleo, la destilería Soderal extrae alcohol etílico (para consumo humano) o anhidro (para biocombustible) del jugo de caña o de la melaza que queda después de la producción azucarera. El jugo de caña permite producir más volumen de etanol para la gasolina.