Las fuerzas de seguridad jordanas liberaron a un grupo de turistas atrapados dentro de un castillo medieval ayer, tras tomar el lugar en el que se ocultaron hombres armados después de una serie de tiroteos con la policía en el que murieron al menos diez personas, dijeron fuentes locales.

Entre los fallecidos figuran una canadiense, dos civiles jordanos y siete policías. Al menos 29 personas fueron trasladadas al hospital, algunas con heridas graves.

La policía de la montañosa ciudad de Karak logró liberar con anterioridad a 10 personas, incluidos varios turistas extranjeros, pero otros permanecían retenidos en el castillo de tiempos de los Cruzados, hasta que fueron liberados.

El ataque no fue reivindicado, pero se sospecha de yihadistas. Jordania forma parte de la coalición internacional que bombardea al Estado Islámico (EI) en Siria e Irak desde 2014.

En Yemen, 48 soldados murieron y otros 84 resultaron heridos en una base militar de Adén en un atentado reivindicado por el EI. El kamikaze detonó sus explosivos mientras los soldados aguardaban para cobrar el sueldo.

Las fuerzas yemeníes, apoyadas por Riad, luchan contra las bases yihadistas implantados en el sur del país.