Varias personas sufrieron ayer síntomas de asfixia por un supuesto ataque con gas cloro contra el este de la ciudad Siria de Alepo, de donde más de un centenar de familias intentaron huir en dirección a una zona controlada por las milicias kurdas, pero los rebeldes lo impidieron.

Los bombardeos impactaron en los distritos de Al Qataryi y de Dahrat Auad.

En tanto, el ejército sirio atacó ayer los barrios rebeldes y pedía a los insurrectos que abandonaran sus posiciones, una semana después del inicio de la ofensiva del régimen para reconquistar la ciudad.

Pero, pese a las condenas de la ONU y de EE. UU., la comunidad internacional se ve cada vez más impotente ante la determinación del régimen de Damasco para reconquistar la totalidad de la segunda ciudad Siria, principal frente de este conflicto que ya ha causado más de 300.000 muertos desde 2011.