El objetivo era atacar a tres colombianos y dos ecuatorianos. En el momento en el que salían de la Unidad de Flagrancia de Quito, tras no recibir cargos, tres hombres a bordo de una moto se acercaron. Uno de ellos se bajó del vehículo y abrió fuego contra sus víctimas.

Al ser repelidos por dos policías, uno de guardia y otro de civil, los sospechosos lanzaron una granada que no explotó, indicó el comandante de Quito, Víctor Herrera.

Una joven, de 14 años, resultó herida en la cabeza. Una bala le rozó y recibió atención por parte de los paramédicos que la atendieron. Pero la misma noche fue dada de alta.

El hecho causó el repudio del Consejo de la Judicatura, la Fiscalía y la Asociación de Magistrados y Jueces. Esta última calificó de “ataque terrorista”.

“Es inconcebible que las vidas de los servidores judiciales y de los usuarios que acuden a las instancias estén constantemente en peligro”, indicó la Asociación.

La Policía logró arrestar a los tres involucrados en el hecho. Ahora se investiga qué hay detrás. Según los primeros indicios, los que fueron liberados tendrían relación con una organización narcocriminal.

El viernes, tres colombianos y dos ecuatorianos fueron detenidos, pues se movilizaban en un auto robado y tenían dos armas de fuego. En uno de los asientos hallaron dos gorras que estaban bordadas con el nombre de Sinaloa, la bandera de México y una metralleta.

En cambio, los atacantes estarían relacionados con la narcobanda Los Lobos, indicó una fuente policial.