El agente tenía 31 años y servía en la institución desde hace unos diez.

Una escena se registró este martes 11 de julio en Naranjal, de esas que se están haciendo común en un sinnúmero de localidades del país: agentes de criminalística agachándose para identificar con pequeños rótulos los casquillos de armas de fuego que quedan junto a una persona asesinada, en un espacio público.

Este martes 11 de julio, sicarios que se movilizaban en una moto le quitaron la vida a un agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en Naranjal, cantón del Guayas.

“No hay respeto ya ni para los vigilantes en Naranjal. Los sicariatos no paran. No sabemos por qué acribillaron a Jonathan”, dijo un amigo del vigilante Jonathan Agustín Asanza, quienes se mostraban dolidos y con rabia por lo sucedido.

El uniformado que fue asesinado tenía 31 años. Según ciudadanos que estaban en el sitio contaron que el agente se movilizaba a pie por la avenida Homero Castro, cuando dos sujetos le cerraron el paso con la moto en la que se transportaban.

En ese momento le descargaron varias municiones en la parte superior de su cuerpo. Y agregaron que los sicarios fugaron a gran velocidad con dirección al centro del cantón.

Producto de la muerte violenta, la Policía ejecutó un operativo para localizar a los autores del crimen, por lo que realizaron allanamientos de varias viviendas.

Por los indicios hallados en el lugar del asesinato del cabo primero de la CTE, agentes estimaron que se habían usado dos armas de fuego.

“Nuestro compañero tenía 10 años en la institución y pertenecía a la promoción 42. La CTE está de luto. Esperamos que la Policía encuentre a los autores materiales e intelectuales de la muerte de Jonathan”, comentó un compañero de la víctima.

Un amigo de Asanza contó que hace varios meses el padre del agente también fue asesinado en un robo.

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de Naranjal y Criminalística hasta las 14:30 de este martes 11 de julio levantaban indicios en la escena del crimen e investigaban por qué a 50 metros del cadáver estaba un camión presuntamente abandonado. También encontraron trece casquillos percutidos de 9 milímetros.

Hasta el cierre de esta publicación, ningún titular de la CTE de ese cantón se pronunció al respecto.