“Era mi consejero espiritual y un gran amigo, su muerte deja un vacío muy grande”, dijo Ángel Gordillo al salir de la capilla El Sagrario, provincia de Tungurahua, donde despiden al clérigo que murió en Quito a causa de un infarto el viernes 29 de diciembre.

Ángel tiene 85 años y más de 50 que fue amigo personal de monseñor Vicente Cisneros.

Cisneros fue oriundo de Pelileo y nació el 23 de febrero de 1934. Su ordenación sacerdotal fue en la Catedral de Quito el 17 de julio 1957.

Fue considerado el obispo más joven del planeta cuando recibió la Consagración Episcopal el 7 de enero de 1968 por parte del Papa Pablo VI, apenas tenía 10 años de sacerdocio.

Estuvo como obispo auxiliar de Guayaquil, como también, segundo obispo de Ambato por más de tres décadas. Además fue presidente de la Compañía de Diario El Heraldo en Ambato. No dejó su amor por tierra ambateña aunque fuera designado Arzobispo de Cuenca en febrero del 2000 por el Papa Juan Pablo II.

“Era un amigo. Hombre conciliador y de profundas convicciones que debió ser frontal cuando se trataba orientar a la colectividad en cuanto a principios y valores”, indicó Rosario Jerez, también amiga de monseñor.

Tomó posesión de la Arquidiócesis el 17 de marzo del 2000. Monseñor Cisneros fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; miembro del Consejo Permanente; integrante de la Fundación Juan Pablo II para Radio Católica Nacional del Ecuador; presidente nacional de la Asociación Misionera ‘Santa Mariana de Jesús’; presidente del Departamento del Clero del Área del Pueblo de Dios de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; presidente nacional del Fondo Ecuatoriano ‘Populorum Progressio’ (FEPP) entre 1995 y1998; coordinador de la Arquidiócesis de Munich para los programas de seguro del clero, jubilaciones y becas de estudiantes de Filosofía y Teología.

Su prima Zoila Orozco lo recuerda como una persona buena y recta en sus principios. Sus restos serán sepultados en la Catedral de Ambato a las 10:00 del domingo 31 de diciembre.