Sin compañía alguna, Alembert Vera, consejero electo del Consejo de Participación Ciudadana, visitó las instalaciones de EXPRESO para conversar sobre la legitimidad de su elección, sus expectativas sobre la entidad y las líneas de trabajo que tendrá durante su periodo.

- Usted es uno de los tres candidatos que llegan al Consejo de Participación respaldados por el correísmo. ¿Serán partidistas en la institución?

- Estas líneas discursivas no le hacen un favor a la democracia. Para llegar al Consejo de Participación pasamos varios filtros sumamente complicados, sobre todo la investigación que hicieron a cada uno de no tener vínculos políticos con ningún partido...

- Sin embargo, el correísmo promocionó sus nombres. ¿Usted no responderá a ellos?

- Se habló mucho de los candidatos correístas, del Partido Social Cristiano y los ‘independientes’, pero esto se implanta con la idea de deslegitimar una elección. La transparencia y la independencia de poderes se da en el respeto irrestricto a la ley. No sé si el resto de consejeros electos tengan alguna tendencia ideológica específica...

- Augusto Verduga y Yadira Saltos también fueron respaldados por el correísmo. ¿Tiene alguna afinidad con ellos?

- Claro. Augusto se graduó en la Universidad Católica como yo y Yadira trabajó mucho tiempo en el servicio público. Yo también aún soy abogado del expresidente Rafael Correa, pero cuando asuma en el Consejo tendré que abandonar la defensa de los procesos. Mis coincidencias también son con el resto de consejeros electos...

- ¿Ha conversado con el resto de consejeros electos?

- Lo primero ha sido conocernos. Estaremos cinco años encerrados los siete (consejeros electos). También conocer de dónde venimos y cuáles son las actitudes y aptitudes de cada uno para saber cuál será la priorización de cada uno.

- Ustedes (los respaldados por el correísmo) no hacen mayoría en el Consejo. ¿Cómo planean obtenerla?

- De lo que hemos conversado los candidatos electos, entendería que no habrá partidismo. Estamos intentando que no se generen mayorías móviles, sino que se trabaje todo en función de país.

- ¿Usted aspira a presidir el Consejo de Participación?

- Considero que todos los consejeros electos aspiramos a ello y es válido. No hemos hablado del tema, pero para eso sirve que nos estemos conociendo...

- Según usted, ¿qué características deberá tener el nuevo presidente del Consejo?

- El Consejo no debe ser el mejor amigo del Gobierno. La persona que presida tiene que generar empatía interna, debe conocer de procedimientos, de contratación pública, el funcionamiento de las estructuras del Estado y tener liderazgo.

- El Consejo actual está revisando los procesos de designación de autoridades. ¿Qué expectativa le genera esto?

- Con el mayor respeto posible, ellos son suplentes de los suplentes destituidos. Jurídicamente ya no les dan los plazos para concluir los concursos que están en marcha. Ellos deberían dedicarse exclusivamente a la transición.

- ¿Esto implicaría que cuando ustedes lleguen, el correísmo tome control de la designación de autoridades?

- Eso es un pensamiento de perdedores. Afirmar eso es darle el valor contrario a la línea del Gobierno. Es decir, Lasso es el que quería poner al contralor general del Estado y al superintendente de Bancos. Además, solo somos tres (los consejeros afines al correísmo) y necesitaríamos un voto más...

- ¿Qué harán con los concursos que están en marcha y los nuevos que vengan?

- Se tendrán que hacer de forma transparente, llamando a las universidades y los gremios para que sean los veedores. Si hay que rehacerlos, se lo hace, y si están bien, se los continúa.

- El Consejo no solo designa autoridades. ¿Trabajará en las otras funciones de la entidad?

- Designaremos a las mejores autoridades del país, pero también devolveremos capacidad de acción al pueblo. También sacaremos el Consejo de Quito para sesionar afuera e, incluso, con los migrantes.