No hay paso ni espacio para nadie más. Los azadones, picos y palas quedaron parados en las entradas a Nuevo Alausí, zona cero del deslizamiento. Hoy, 30 de marzo, las autoridades dispusieron que solo los equipos de rescatistas pasaran al sitio.

¿Por qué? Un miembro de los organismos de socorro, como el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, explicó que “hubo una grieta y cuando se tuvo que evacuar había demasiada gente”.

Explica que la medida fue necesaria porque  la tarde del miércoles sonaron las alarmas y, según el bombero, los equipos de rescate debieron esperar a que la población civil salga. Esto representó, asegura, un peligro para los rescatistas.

La medida causó la reacción de decenas de comuneros que, con el objetivo de acceder al lugar para colaborar en la búsqueda de sus familiares, reclamaron por las restricciones. “Venimos a ayudar a los rescatistas, no a molestar”, gritaban frente a las vallas que colocó la Policía Nacional para impedirles el acceso. 

Juan Gavilanes es uno de ellos. En el lugar, intentó sacar un salvoconducto en el Municipio de Alausí para poder acceder a la zona de riesgo, pero no tuvo éxito. “Yo estoy buscando a mi nieto”, contó a este Diario. Se trata de un joven de 18 años que, según su abuelo, fue la noche del domingo a ayudar a un amigo a sacar sus pertenencias para evacuar la que hoy es la denominada zona cero. “No alcanzaron a salir”, lamenta.

En otra de las entradas estaba Oswaldo Diagloa, quien desde la mañana del lunes ha buscado a la familia Caranqui. “Quedaron sepultados mi primo, su esposa y sus hijos”, explicó, en medio de la preocupación, al no poder acceder a la zona cero y buscar a los suyos.

Él también se quedó a la espera de alguna otra disposición que les permitiera seguir ‘metiendo’ pico y pala con los más de 200 bomberos que continúan las labores de rescate en Alausí. “Ya sabemos que no están con vida, pero queremos darles una sepultura digna. Llevarlos a nuestras comunidades”, explicó.

La evacuación se realiza durante los días en el que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) tenía previsto, de acuerdo al boletín meteorológico número dos, nuevas precipitaciones a causa del fuerte invierno en el cantón: “De acuerdo al análisis se pueden presentar eventos importantes de precipitaciones en Alausí los días 29 y 30 de marzo”.

Según el último reporte del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, en Alausí, a causa del deslizamiento de una parte de la ladera en la que se ubicaba el barrio Nuevo Alausí, 500 personas han sido afectadas a causa de la tragedia que, según expertos, no es una falla geológica. Más bien, indicaron, es producto de acción humana: antrópico.

Hasta las 14:00 del 30 de marzo, la entidad a cargo de tomarle el pulso a la tragedia contabilizó 17 personas fallecidas a causa del deslizamiento, 37 personas heridas, 656 damnificadas y alrededor de 72 personas declaradas como desaparecidas.

En este informe, que dibuja la situación actual de la tragedia, también se muestran las 32 personas que han sido rescatadas por los organismos de socorro en la zona cero. Como también las estructuras que han registrado daños parciales y totales: 163 viviendas afectadas y 57 casas totalmente destruidas.