Las personas buscan seguros médicos privados cuando pueden pagarlos, porque esperan tener un servicio rápido y eficaz, flexibilidad de horarios, hospitalización cómoda, tiempos de espera reducidos, cobertura internacional, la posibilidad de elegir a su propio médico y por cobertura para enfermedades preexistentes, con mínimo de exclusiones posibles, en montos que en Ecuador superan el millón de dólares anuales.

En el proyecto de ley que se está tratando actualmente no debería limitarse esta cobertura privada a 7.320 dólares (20 salarios básicos unificados), después de largos dos años.

Así podrá equipararse en algo su oferta a la prestación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que no tiene límites en coberturas para sus afiliados ni un período de carencia tan extenso, y cuya atención en los últimos años mejoró ostensiblemente.

Además debe expresamente cubrirse medicina preventiva a través de homeópatas y medicina alternativa en general, para que así se empiece a respirar en el país un aire de prevención y no de curación.

Además de eso, enseñar nutrición en las escuelas y en los colegios es también clave para disminuir enfermedades que son el resultado de los malos hábitos alimenticios.

Eco. Diego Valdivieso