$ 6’375.000 “perdidos”
Quería escribir acogiendo un comentario de la nueva directora del Plan Nacional del Libro y la Lectura: María Fernanda Ampuero, apoyando la idea de quitarles aranceles y trabas a la importación de libros, de modo que no sigan siendo “demencialmente caros”.
Sin embargo, una coyuntura que en el trabajo periodístico es casi siempre obligatorio asumir, me pone en el recuerdo de una noticia de hace ya dos semanas: la misteriosa pérdida de seis millones trescientos setenta y cinco mil dólares ($ 6’375.000), respecto de lo cual no se ha hecho comentario público alguno, pese a que las empresas involucradas en el aludido misterio son estatales.
En pleno período de la cirugía mayor contra la corrupción no es conveniente el silencio oficial en asuntos de la gravedad del aquí comentado. Ello da lugar a maliciosas interpretaciones, a lo mejor totalmente fuera de lugar pero, a lo peor, parte de otra trama de corrupción que obliga a esclarecimientos integrales que dejen el prestigio de las instituciones involucradas fuera de toda duda.
No puede ser que en el país se siga ostentando una teórica lucha contra la corrupción mientras se mantienen en la más amplia impunidad los arroces de todos los colores y el único tono que no aparece, en la no muy estética paleta ecuatoriana, es el sonrojo.
No puede ser que, como en las denuncias sobre el oneroso manejo de las ventas petroleras la aquí expuesta se desestime sin mayores explicaciones, y se continúen ocasionando inaceptables pérdidas a la economía nacional en beneficio de empresarios privilegiados del anterior régimen que, pareciera, lo son también del actual.
La Secretaría Nacional Anticorrupción debería pronunciarse intentando explicar lo que hasta ahora resulta inexplicable, salvo que como política esté en vigencia el actualmente denominado “capitalismo con apoyo estatal” que, sobre todo es una gran sinvergüencería, pues no tiene que ver con incentivos al emprendimiento sino apenas con la antigua picaresca criolla convertida en la más rentable industria nacional por la vía de la corrupción.
Sin duda, cabe exigir una amplia aclaración.