6 de Marzo de 1845
Quien no recuerda la historia para sacar de ella lecciones y experiencias que le permitan caminar hacia adelante en lugar de ir como el cangrejo, hacia atrás, pierde su tiempo y lo que es más grave, puede ser engañado por quienes le digan que la historia recién comenzó “ayer”. Por eso es que hay que recordar y respetar una fecha trascendental en las páginas de nuestra turbulenta y agitada vida nacional. Esa fecha es la del 6 de Marzo de 1845, ya que nos recuerda que en ella se produjo la primera revolución auténtica que surgió en la vida republicana. Por su contenido y proyecciones rebasó los límites de un simple cuartelazo, debido a que terminó con la opresión del militarismo extranjero que desde el nacimiento de la República, en 1830, impuso su hegemonía y su criterio caudillista, el cual, como siempre sucede en estos casos, provoca pérdida de valores en la sociedad.
La revolución del 6 de Marzo de 1845 fue la reacción del pueblo guayaquileño contra los abusos de Juan José Flores, quien gobernaba respaldado en la Constitución de 1843, la tercera de nuestras cartas magnas, la cual le daba facultades dictatoriales y la posibilidad de entronizarse en el poder de manera indefinida.
La única manera de poner fin a un gobierno que se mantenía a base de enmarañadas leyes: Guayaquil -¡cuándo no Guayaquil!- buscó como solución una revolución nacionalista que diera término a esta tiranía. Como resultado del éxito de este movimiento cívico popular se convocó a una Asamblea Popular que fue dirigida por José Joaquín Olmedo, quien redactó, junto con los líderes de este movimiento revolucionario, el Pronunciamiento Popular de Guayaquil. Se desconoció al Gobierno de Flores y se constituyó un gobierno provisional integrado por Olmedo, Diego Noboa y Vicente Ramón Roca. Finalmente la capitulación de Flores se produjo con la firma del “Tratado de Virginia”, con el que se puso término a la dominación floreana. En esta ocasión el alto sentido de patria de los guayaquileños se puso de manifiesto. La historia no se la puede tapar con un dedo...
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