Unos 53.000 militares pueden ir a las urnas

Son 53.854 votos que podrían definir una elección. Claro, sería en el escenario de una votación muy cerrada como las que ocurrieron en Perú y Colombia, explica Medardo Oleas, expresidente del desaparecido Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Ese es, precisamente, el número de militares en servicio activo que están en capacidad de votar el 19 de febrero.

Ayer, el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregó las 35.410 credenciales que permitirán a los soldados votar en la junta receptora más cercana al lugar al que estén asignados. Hoy, en Guayaquil, se entregarán 7.108 para la fuerza aérea y 11.336 para la naval.

“Entregamos a las Fuerzas Armadas las credenciales que permiten a sus integrantes sufragar con absoluta libertad y sin ningún tipo de condición (...) haciendo uso responsable de ese derecho”, dijo Juan Pablo Pozo, presidente del CNE.

Él explicó que los documentos se entregan con anticipación para que sean repartidos oportunamente y disminuir el ausentismo. Desde el lado militar no hubo detalles de cómo se hará esa distribución.

Algunos sectores temen que ese reparto pudiera ser lento. Los últimos meses, las fricciones entre los uniformados y el Gobierno fueron una constante.

La presencia de la cúpula de las FF. AA. en la Corte por un juicio penal, la compraventa de los terrenos del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), las reformas del régimen de pensiones y la deuda del Gobierno con el Issfa marcaron el ánimo militar.

Los pasivos encabezaron las protestas, incluso en la calle. Los activos, con el general Luis Lara a la cabeza, se sumaron en la queja desde el lado legal demandando la inconstitucionalidad de la norma. Argumentaron que se están violando sus derechos.

Los pasivos también hicieron acercamientos electorales. Algunos son candidatos a la Asamblea Nacional en partidos de oposición al Gobierno. Otros, se reunieron, por ejemplo, con los postulantes a la presidencia, Guillermo Lasso (CREO), Paco Moncayo (ID) y Cynthia Viteri (PSC).

El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, quien asistió a la entrega de credenciales, recordó que la institución armada, como un elemento de la sociedad y del Estado, tiene sus funciones constitucionales y legales perfectamente delimitadas. “Este mensaje debe caer en los oídos de quienes pretenden implicar política, o peor aún, electoralmente a la institución armada”, sentenció.