En 2021 hubo 227 femicidios, la cifra más alta del país en los últimos años (revisar cuadro). Sin embargo, los números siguen con tendencia al alza, y para cambiar esta realidad el pasado 25 de noviembre el Gobierno Nacional destinó $ 24 millones para “erradicar la violencia de género”. Pero desde ese mes hasta el 12 de junio ha ocurrido el 50 % de dichas muertes violentas, es decir 191 decesos.

Pero al revisar la información de la plataforma Femicidiosec, se aprecia que desde el 1 de enero de 2021 hasta el 26 de junio de 2022 se han cometido 398 femicidios.

Susana Veloz, directora de la Fundación Vida Nueva, que recibe a mujeres víctimas de violencia de género en Las Malvinas, al sur de Guayaquil, señala que los números son el resultado de la desatención de sectores vulnerables.

“Si hablamos de políticas públicas, tenemos que encontrar en dónde están, porque no se ven en los barrios marginales, donde no hay educación, salud, seguridad ni integración”.

Veloz agrega que dicha discriminación hace que se repitan patrones y, por ende, no exista ninguna disminución en las muertes violentas de mujeres o femicidios.

De acuerdo con el Consejo de la Judicatura, de los 398 femicidios, 378 están judicializados. De tal manera que se segmentan en 229 asesinatos, 113 femicidios y 35 homicidios, nueve robos con muerte, siete sicariatos, tres violaciones con muerte y dos secuestros.

La secretaria de Derechos Humanos, Paola Flores, reconoció que la violencia de género “se va agudizando cada vez más” y para atender estos casos indicó que en este año se enfocarán en la creación de los llamados Centros Violetas.

“Estos lugares van primero a garantizar la vida y condición de maltrato o vulnerabilidad. Con ello vamos a dar una atención psicológica, en temas judiciales y protección integral. Estos se van a crear desde el mes de septiembre, como un refugio temporal para las víctimas, para que sus vidas no corran peligro”.

Hasta el año 2025 espera contar con 24 Centros Violetas y para 2022 se estima construir seis de estos lugares.

Una muestra del peligro que viven las mujeres que sufren violencia de género, especialmente la denominada ‘doméstica’, se evidencia en las llamadas de auxilio del ECU-911. Tan solo en 2021 se registraron 117.000 pedidos de ayuda, por los que se abrieron fichas con los datos correspondientes. Según el director del ECU-911, Jorge Zapata, ese año se registró un promedio diario de 303 llamadas de emergencia, cifra que en los feriados llegaba a 320.

Sin embargo, en el último feriado del 24 de mayo, que fue un solo día, hubo 403 pedidos de auxilio en todo el país.

Según un estudio del programa Previmujer de la Cooperación Técnica Alemana - GIZ Ecuador, de 2020, la violencia de género le ocasiona al país un costo de $ 4.608 millones, el equivalente al 4,28 % del PIB. “El Estado durante los últimos años nunca ha sido preventivo. Casi el 98,3 % de los recursos se ha destinado a las consecuencias”.

En la legislación nacional se reconocen siete tipos de violencia: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica, política y gineco-obstétrica. De cada 100 mujeres en Ecuador, 65 han experimentado por lo menos un hecho de violencia, de acuerdo con la Encuesta de Violencia contra las Mujeres (2019) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).