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Paúl Palacios: Cadena de amores

Avatar del Paúl Palacios

A veces con muy poco se pueden cambiar vidas para bien. Es muy difícil, no imposible, hacerlo solo, pero en equipo se logra

Hace pocos días, en medio de los hechos de violencia que cada vez se producen con más frecuencia, y que van generando en la población una piel de aceptación, que se va transformando en indolencia y olvido, me puse a pensar si todo lo que pasa es nocivo, o si existe algo que pueda escribir para trasladar un sentimiento de fe y esperanza, particularmente a los más pequeños y jóvenes de nuestro entorno.

Recordé que meses atrás en esta columna mencioné la creación de un fideicomiso para asistir a los estudiantes más vulnerables de la ESPOL, y que este esfuerzo liderado por Cecilia Paredes como rectora y Caterina Costa, a la cabeza de un grupo de empresarios de todo el país, estaba cambiando vidas para bien. En la última reunión de ese equipo se presentó la institución de un tipo de beca piloto, donde se le solicita al estudiante receptor de la ayuda, que la revierta ayudando con sus conocimientos a una entidad que a su vez haga labor comunitaria.

El primer caso se trata de un joven estudiante de origen muy humilde, pero también muy talentoso, proveniente de Durán, que está asistiendo debidamente supervisado a la Fundación Vida Digna de la hermana Gladys, dando educación en robótica y matemáticas a más de 80 niños y jóvenes en edad escolar y colegial. Cada sábado el politécnico va, ayuda a aprender, ofrece una esperanza a chiquillos que de otra manera estarían en la calle quizá desviando sus destinos. En unos años será un ingeniero empleado en alguna empresa y tendrá un futuro próspero, pero habrá sembrado, y su labor será continuada por otros. El programa no solo busca que un joven sin recursos, pero brillante, logre graduarse en la mejor universidad del país, sino que pueda multiplicar lo que recibe en otros como él, cuando fue niño o colegial.

¿Hay cosas en el país que nos duelen? Sin duda las hay, las ha habido y las habrá, pero también existen muchas iniciativas que nos permiten no rendirnos y seguir empujando un país que no podemos perderlo. Si somos creativos, podemos cambiar la historia. Esta es una cadena de amores. ¿Qué eslabón en ella quieres ser tú? Anímate.