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El ‘Consejito’ de la Judicatura

Avatar del JOSÉ DE LA GASCA

Nuestro sistema de Justicia deambula entre vocales que se saben y sienten inmunes a cualquier control

El Consejo de la Judicatura (CJ) está tan podrido que en donde se toque, sale pus. Por unos meses pasaron agazapados entre el tumulto de la vida política. Pero eso no impidió que quienes hoy controlan el Pleno del CJ, sigan haciendo con la Función Judicial lo que les venga en gana.

Acaban de destituir -con incontables ilegalidades- a un juez de la Corte Nacional de Justicia. Se trata de Walter Macías, a quien por sorteo le cayeron algunas causas, digamos, delicadas, como el caso Las Torres y el procesamiento de dos vocales del CJ.

La cascarita la puso Esteban Celi, hermano del excontralor, quien denunció al juez Macías por supuestas faltas disciplinarias. La denuncia era un bodrio que no debía llegar a ningún lado, pues era evidente que solo se pretendía torpedear al tribunal para evitar la sentencia del caso. Pero el CJ la atendió rapidito y con una mayoría ‘de a dos’ suspendió, preventivamente, al magistrado. Wilman Terán, presidente del CJ, se inventó que su voto dizque valía doble. Claro, luego vino un juez constitucional y resolvió que la suspensión vulneró derechos constitucionales. El juez Macías volvió a su cargo, pero la guerra contra él no había terminado.

La estocada la dieron a vísperas de una audiencia importante en el caso contra los vocales del CJ. Una vez más, el ‘Consejito Terán-Muñoz’ se impuso para destituirlo, pese a las abstenciones de tres vocales. Ahora somos el país donde dos es más que tres. Y en las formas hay muchas más arbitrariedades, muchas.

En lo de fondo, el sumario contra el juez Macías nunca tuvo sentido. Los hechos -ni forzándolos- daban para interpretar una falta disciplinaria. Pero eso no importaba, el objetivo era sacarlo del camino. Total, así es como se ejerce la potestad disciplinaria hoy: solo sirve para ‘disciplinar’ a los jueces que tienen casos de interés de la nueva mayoría del Pleno del CJ.

Nuestro sistema de Justicia deambula entre vocales que se saben y sienten inmunes a cualquier control. Mucho más ahora que su futuro político en la Asamblea está garantizado…

Si esto pasa con un juez nacional, ¿se imaginan cómo manejan a los jueces rasos? Bueno, eso dependerá de qué tan jugoso sea el caso.