Disparidad entre Occidente y Oriente frente a Covid19

'En el control de epidemias, la acción temprana es crucial para la contención’.

Los países del este de Asia han controlado la pandemia de Covid19 mejor que Estados Unidos y Europa, pese a que el brote comenzó en China, con quien la región tiene intenso intercambio comercial y de viajeros. EE. UU. y Europa deben aprender lo antes posible acerca de los métodos del este de Asia; eso podría salvar numerosísimas vidas. 

En la cantidad de casos confirmados y muertes por millón de habitantes es como si las dos regiones estuvieran en mundos diferentes. Europa y EE. UU.: los casos confirmados por millón de personas van de 814 (Reino Unido) a 3.036 (España), y las muertes por millón de 24 a 300. En el este de Asia, los casos confirmados por millón van de tres (Vietnam) a 253 (Singapur), y las muertes por millón, de cero a cuatro. 

Y esto no se debe a un subregistro sistemático; en ambas regiones se le hizo el test a una proporción similar de las respectivas poblaciones. No se refleja una mayor paralización de la economía en el este de Asia. La disparidad entre los resultados sanitarios y económicos refleja diferencias fundamentales: los países del este de Asia estaban mucho mejor preparados para la aparición de una nueva enfermedad infecciosa. El brote de SARS en 2003 fue llamado de atención y frecuentes olas de dengue reforzaron el mensaje. 

En Europa y EE. UU., el SARS, ébola, zika y dengue parecían cuestiones muy alejadas, abstractas y mayoritariamente «tropicales». El resultado de la mayor concientización oriental fue que cuando China informó públicamente por primera vez acerca de una serie inusual de casos de neumonía en Wuhan, el nivel de alerta en los países de la región fue mucho mayor. En el control de epidemias la acción temprana es crucial para la contención. 

A principios de enero la mayoría de vecinos de China comenzaron a limitar el intercambio de viajeros y reforzaron de inmediato las operaciones de testeo y rastreo. China y otros países han empleado nuevas tecnologías digitales para seguimiento de contagios. 

Los países occidentales prestaron mucha menos atención al nuevo coronavirus cuando apareció. Y la población del este de Asia es más consciente de las precauciones necesarias. El uso de mascarillas es común; el alcohol en gel, mantener más distancia entre las personas y saludarse sin apretón de manos son elementos cotidianos. Sus autoridades incrementaron drásticamente la búsqueda de síntomas en transeúntes en áreas públicas, oficinas y sitios atestados. En muchas empresas es rutina tomar la temperatura a todos los trabajadores al entrar. También se la controla en aeropuertos y estaciones de tren. 

Esta práctica todavía es casi inexistente en EE. UU y Europa. China tomó medidas drásticas. Restringió los viajes y la circulación de personas; implementó rápidamente sistemas virtuales para rastreo de individuos y control de cumplimiento de la cuarentena; y comenzó un programa masivo de testeo y seguimiento de síntomas. Medidas muy drásticas y criticadas, pero notablemente eficaces. 

China logró controlar en cuestión de semanas la epidemia en veloz propagación, hazaña que muchos expertos consideraban imposible. Europa y EE. UU todavía no tienen la epidemia controlada y la tragedia se agrava por escasez de respiradores y muerte de trabajadores sanitarios desprovistos de equipos de protección básicos. 

La respuesta sanitaria será decisiva para detener la Covid19 antes de que devaste poblaciones enteras en Occidente y el mundo. La actitud correcta en Occidente debe ser aprender cuanto podamos del este de Asia lo antes posible.