Cartas de lectores | El delincuente fue atrapado

El loable accionar del presidente Noboa fortalece significativamente la confianza del ciudadano

Gracias señor presidente Noboa por salvarnos de la vergüenza que pretendió infringir Glas a la soberanía del país; gracias por revivir el sentido de pertenencia con la patria. Esta clase de acciones generan credibilidad en el Estado. Fue oportuna e histórica la decisión de “extraer” de la embajada mexicana a Glas, delincuente a quien no se le conoce un solo acto rescatable que lo muestre como respetable. Acudió a dicha embajada buscando asilo político, a sabiendas de que no era perseguido político, sino un condenado por la justicia (por fechorías con fondos públicos), aduciendo la misma patraña que sus compinches que se le adelantaron y se beneficiaron fraudulentamente de dicho estatus, coincidentemente en el país del presidente AMLO, quien cumple las disposiciones del Grupo de Puebla, empeñado en destruir la democracia en la región. Si los principales problemas de seguridad que sufre Ecuador, provienen de la narcopolítica con operadores especialmente del país azteca, las leyes que rigen para la migración extranjera en nuestro país deben revisarse y agudizar controles para el ingreso a través de nuestras fronteras. El loable accionar del presidente Noboa fortalece significativamente la confianza del ciudadano, que miraría con buenos ojos el rompimiento definitivo de todo pacto con grupos delincuenciales disfrazados de partidos políticos, por ser nocivo para la integridad de la nación y su progreso. Es de vital importancia continuar con la depuración de la Función Judicial, de fiscales, jueces y abogados que han hecho de la corrupción su forma de vida.

Leonardo Cueva Piedra